¿Qué invadimos ahora?

Crítica de Iván Gordín - Alta Peli

El siempre controvertido Michael Moore, director de Bowling For Columbine y Fahrenheit 911, viaja por el mundo buscando destinos ideales para una nueva invasión norteamericana.

El documental de Luis Solari:
Hace un par de años Diego Capusotto y Pedro Saborido crearon un personaje llamado Luis Solari, un cantante cipayo que usaba como inspiración su anhelo por vivir en un país extranjero. Todos conocemos a un Luis Solari, bien puede ser el tachero de turno o un amigo recién llegado de vacaciones, es ese que tira frases como “El café, en Italia, es una cosa de locos y es muy barato, no como acá” o “No sabés lo que son la minas en Camboya, acá son todas histéricas”. Es gente que desprecia a su país natal e idealiza lugares que visitó una semana o que directamente no conoce. Todo es maravilloso, todo es genial pero nunca se detiene a estudiar el contexto o las razones por la cual hay ciertas políticas en ese país. Hago esta introducción, porque luego de ver ¿Dónde invadimos ahora? uno no puedo evitar pensar que Michael Moore es el Luis Solari del cine documental.

Este país es una mierda:
que invadimos ahoraEl documental juega con el concepto de que las últimas intervenciones militares de los Estados Unidos en países extranjeros no fueron fructíferas en términos sociales, económicos y de recursos energéticos (al menos discutible si uno entiende que buena parte del crecimiento de este país se basa en este tipo de políticas) y que la administración actual debería dejar de buscar el petroleo del Medio Oriente para enfocarse en invadir países socialdemocratas bienpensantes. Por eso, Moore va a asesorar al gobierno yankee viajando por el mundo y encontrando lugares con ideas muy útiles para su país. De Italia va a rescatar sus largas jornadas de vacaciones pagas y sus CEOs de empresas buena onda, como el de Bugatti que parece re copado y todo lo hace para el beneficio de sus empleados. De Francia, que literalmente la describe Moore como “el país donde hacen el amor y no la guerra” (!!!!!!!) destaca sus comidas gourmet de escuelas públicas y su recontraprogre Educación Sexual. De Finlandia su sistema educativo hippie, de Noruega el sistema penitenciario buena onda, de Alemania los Spa para trabajadores subvencionados por el Estado y la lista se extiende por dos interminables horas alrededor del mundo. No estoy diciendo que E.E.U.U. no tenga ENORMES problemas de contención y justicia social pero la forma en que aborda el director cada uno de estos segmentos, de manera tendenciosa e hiper sesgada, no hace más que conspirar en contra de sus argumentos.

La retórica de Michael Moore, compuesta por una mezcla de reduccionismo, manipulación y golpes bajos; se asemeja “casualmente” a la de otro obeso “documentalista” local que apela a un falso sentido común y que piensa que su país no es más que una apestosa materia fecal. El director de Bowling For Columbine pinta especialmente a los países europeos como lugares perfectos e idóneos, llenos de buena voluntad y que nunca han utilizado la violencia y la explotación colonialista para llevar adelante sus rimbombantes e “inquebrantables” políticas pseudo socialistas. Y no, Estados Unidos no es precisamente una panacea, de hecho el cine de los últimos cincuenta años se encargó de mostrar exactamente lo opuesto, pero no se puede aspirar a un análisis crítico cuando la única herramienta utilizada es la comparación constante sin ningún tipo de profundidad o marco histórico.

Conclusión:
¿Dónde invadimos ahora? es probablemente la peor película de Michael Moore hasta la fecha. Esperemos que deje su faceta Capusotto y vuelva a inspeccionar corrosivamente los cimientos de su país, como bien ha sabido demostrar en trabajos anteriores.