¿Qué invadimos ahora?

Crítica de Ariel Abosch - El rincón del cinéfilo

Aquí, en la Argentina, creemos, y en muchas ocasiones estamos convencidos, de que Estados Unidos es la panacea, la meca donde habría que ir a vivir, y nosotros tendríamos que imitarlos para llegar a ser del primer mundo. Pues si piensan eso, olvídense, porque el realizador Michael Moore nos muestra, y les demuestra a sus compatriotas, que están equivocados. Si ellos quieren y nosotros también queremos una mejor educación, salud, justicia, trabajo, respeto social, en definitiva, una mejor calidad de vida, no miremos al gran país del norte, sino a ciertos países europeos que lo consiguieron y no por eso es mucho más caro ni más difícil realizarlo.
Michael Moore recorre 9 países: Italia, Finlandia, Francia, Alemania, Eslovenia, Portugal, Túnez, Noruega y finalmente Islandia. De cada uno de las naciones visitadas extrae lo mejor que tienen, como las vacaciones pagas, la calidad educativa de Finlandia, el modo de alimentación en los comedores de las escuelas públicas francesas, el sistema de salud gratuito, el mejor sistema carcelario de Noruega, la calidad de vida de los trabajadores, los derechos de las mujeres de Islandia, etc.
El documental tiene un tono irónico porque al comparar cada país visitado con Estados Unidos siempre pierde éste último, sorprendiendo legítimamente al realizador que no puede creer lo que ve y escucha de los sistemas de vida que tienen. Y eso que en su carrera vio y escuchó de todo. Porque las ideas implementadas en esos países fueron proyectos de los estadounidenses que no quisieron o no pudieron cumplir.
Acá no interesa analizar la factura técnica y narrativa porque Michael Moore tiene sobrada experiencia en el tema, cuenta con un gran presupuesto para poder viajar, y gracias a su fama puede acceder a las casas de gobierno para poder entrevistar a los políticos más encumbrados.
El modo de vida de esos países es el soñado por los políticos para contar en sus discursos, como priorizar la búsqueda de la felicidad, respetar e integrar al otro, no odiar, vivir en comunidad, no pensar en uno mismo, contraponiéndose a la ideología endogámica estadounidense, no buscar revanchas, vivir en paz, no como las declamaciones de los distintos gobiernos que tuvo los Estados Unidos en su historia, diciendo que el enemigo está afuera y su deber es combatirlo para reguardar el orden mundial, pero los entrevistados nos enseñan que el enemigo lo tienen dentro suyo.
En este documental vemos que cuando hay decisión política y voluntad para hacer las cosas bien, el pago de los impuestos sirve para beneficiar a la población, la administración de los mismos alcanza para fomentar todos los proyectos, sabiendo que a la larga es más económico para el país mantener a los ciudadanos con un muy buen standard de vida.
Resumiendo, esta película nos informa, y paralelamente nos hace asombrar, envidiar, y reflexionar de que, si se quiere, se puede, sin excusas.