Putos peronistas, cumbia del sentimiento

Crítica de Juan Carlos Fontana - La Prensa

Los excluidos se hacen oír

Cansados de vivir en la marginalidad y formar parte de las minorías excluídas, como muchos de los que viven en las villas, la agrupación "Putos peronistas. Cumbia del sentimiento" -que alza las banderas del peronismo- salió a la luz en noviembre de 2007, durante la Marcha del Orgullo Gay, que se realizó en Plaza de Mayo.

Con una gran bandera como estandarte y con parlantes que emitían la tradicional marcha cantada por Hugo del Carril, los chicos y chicas de la agrupación decidieron darse a conocer, no como parte de una minoría rechazada, humillada, sino para exhibir con orgullo lo que eran: pobres, excluídos y despreciados, por aquellos que se creen con derecho a definir qué está bien y qué está mal.

LA DIVERSIDAD

El documental de Rodolfo Cesatti da cuenta de la forma en que trabaja la agrupación, que levanta las banderas de admiración hacia la figura del ex presidente Néstor Kirchner y que a través de la nueva ley de identidad de género, muchos de sus integrantes pudieron dejar la prostitución y emplearse en distintas entidades oficiales o en instituciones privadas.

La agrupación recorre el conurbano e incluso se ha extendido más allá de la General Paz, con la intención de concientizar a muchas de las chicas que trabajan en la calle, de que pueden disponer de derechos y hacerse un lugar en la multifacética sociedad actual.

Con un estilo narrativo por momentos caótico, colorido, costumbrista, el filme logra dar a conocer la actividad política militante de la agrupación -a través de su trabajo con la gente en las zonas más pobres del conurbano y de contar lo que hacen en radios y en los medios que los quieran escuchar- y también la solidaridad que los une frente a las circunstancias más adversas.