Punto muerto

Crítica de Gaspar Zimerman - Clarín

Cultor del cine de género, especialista en terror, Daniel de la Vega (Hermanos de sangre, Necrofobia, Ataúd blanco) ahora ensaya un tributo a los relatos policiales clásicos. Punto muerto presenta una ambientación de Agatha Christie para contar una historia que homenajea a autores como Gastón Leroux o Edgar Allan Poe y sus misterios “del cuarto cerrado”, como El misterio del cuarto amarillo o Los crímenes de la calle Morgue.

Todo transcurre a mediados del siglo XX, en un hotel ubicado en la montaña, a donde llegan escritores y críticos para participar de un congreso de literatura policial. Un autor prestigioso pero pasado de moda (Osmar Núñez) se jacta de haber encontrado la resolución perfecta para el "enigma de la habitación cerrada" en su nueva e inédita novela, ante la admiración de un ascendente y joven colega (Rodrigo Guirao Díaz) y el escepticismo de un crítico despiadado (Luciano Cáceres). Durante su estadía en el hotel, el escritor será el protagonista de un misterio como los que acostumbra a narrar.

De la Vega hace de la notoria limitación presupuestaria una virtud y resuelve la puesta en escena de época con recursos simples pero efectivos -filmación en blanco y negro, imágenes fijas de paisajes y lugares-, que acertadamente no buscan disimular su carácter ficticio y teatral, sino que lo subrayan.

En cuanto a lo narrativo, intenta seguir los principios que enumera el protagonista: el relato debe ser sencillo; el criminal debe tener un móvil secreto y estar siempre en primer plano; y la resolución debe ser sorprendente y verosímil. Digamos que el que menos se cumple es el primero: la historia se carga de explicaciones y se complica demasiado, pero no tanto como para arruinar este ejercicio de estilo.