Proyecto Géminis

Crítica de Jessica Johanna - El Espectador Avezado

Si algo no se le puede reprochar a Ang Lee es que es un director que se anima a probar y probarse. Su filmografía cuenta con películas de época, de artes marciales, alguna adaptación de cómic, un drama romántico intimista, etc.
Esta vez se vuelca al cine de acción con la técnica de HFR que permite imágenes de una definición impresionante. Primero hablemos de la historia. En este guion escrito a seis manos por David Benioff, Billy Ray y Darren Lemke, Will Smith es un asesino a sueldo al que lo acosan los fantasmas de la vida que llevó y por lo tanto planea retirarse.
También es el mejor en lo que hace. Poco después de que descubre a una agente que lo vigila que pronto se convertirá en su aliada intentan asesinarlo y gracias a una amistad viajan primero a Cartagena y luego a diferentes partes del mundo siendo siempre perseguido y encontrado.
Lo raro será cuando se descubra quién es ese hombre al que no puede matar pero siempre está a punto de matarlo a él mismo. Por supuesto de antemano conocemos la premisa: Will Smith interpreta al protagonista y su versión CGI al clon que le envían a matarlo y le sirve para enfrentarse con él mismo, literal y metafóricamente.
La trama está llena de clichés y predictibilidades. Lo absurdo de la historia podría haber funcionado mejor si se la tomaba más en serio pero lo cierto es que genera momentos de una comedia involuntaria. En cuanto a lo técnico, descoloca bastante la imagen tan definida. Cine no es ver hasta la menor arruga en el rostro de un actor y para un espectador acostumbrado a ver cine, a que el director nos enfoque aquello en lo que necesitamos detenernos, distrae que en todas las imágenes siempre esté todo en foco.
Ang Lee parece acá un director sin experiencia probando con una nueva cámara a ver qué puede hacer. En el camino hay alguna escena de acción llamativa, que se caracteriza por no tener la cantidad de cortes que tienen tantas otras películas hollywoodenses del género pero poco más.
Con respecto a lo actoral, tenemos a un protagonista como Will Smith, un actor que ha probado diferentes registros a lo largo de su carrera pero no termina de funcionar en ninguno que no se apoye en su carisma.
Y acá ni su protagonista ni su antagonista más joven –al menos resulta bastante creíble esa versión en digital del actor más joven - lo tienen. A su alrededor hay actores desaprovechados en personajes mediocres como Clive Owen (el desdibujado villano que crio al clon como si fuese su hijo) y Mary Elizabeth Winstead que al menos puede agradecer no ser el típico interés romántico.
“Proyecto Géminis” es una película aburrida y trillada con una trama que además se siente anticuada. Una experimentación fallida.