Proyecto 43

Crítica de Rodolfo Weisskirch - A Sala Llena

Chistes Viejos

Aquellos que nos criamos en los años 80 aún recordamos una gran comedia episódica dirigida entre otros por John Landis y Joe Dante llamada Mujeres Amazonas en la Luna. Un título delirante para una comedia que satirizaba y criticaba la televisión estadounidense, buscando un perfil absurdo, grotesco y sexista, no llevándolo a un terreno escatológico, sino más bien hacia la sátira social, la comedia que ironizaba la mirada conservadora del estadounidense medio confrontando con la necesidad de darle un perfil provocadoramente sexual a todo.

Era una película inteligente e ingeniosa, con algunos episodios realmente inspirados y otros no tanto, como sucede siempre, interpretada por grandes comediantes y algunos actores serios parodiándose a sí mismos.

25 años después llega Proyecto 43, acaso una especie de remake de aquello obra de 1987, pero con un humor puramente escatológico que si bien es zarpado, al mismo tiempo se basa únicamente en el chiste sexual, al punto que lo provocador de la propuesta, termina siendo banalizado por un humor demasiado superficial, que busca lo escatológico por ser nomás escatológico. Mientras que Mujeres Amazonas, se podía filtrar una crítica, acá lo que vemos es un episodio de Saturday Night Live con todos actores de primer nivel, la mayoría de ellos nunca relacionados con este tipo de propuestas, y mostrando todo aquello que para la televisión abierta estadounidense, sería tabú o de mal gusto. Llámese excrementos, violencia gráfica y/o desnudos.

Nuevamente, acá vemos actores parodiándose a sí mismos. Algunos tienen mejor suerte que otros, como es el caso de la pareja Naomi Watts / Liev Schreiber en el episodio dirigido por Will Graham que incluye escenas incestuosas promovidas con bastante ingenio y humor negro. Dentro de todo, se trata del episodio más sutil.

Otros dan vueltas únicamente alrededor del chiste como el que protagonizan Hugh Jackman y Kate Winslet, que solo da vueltas sobre el mismo gag hasta que se agota.

La historia que une todas, es una de las más estúpidas. Esta vez, no es el control remoto sino el Internet y los videos sexuales los que comprimen todas las historias.

Brett Ratner no queda tan mal parado con el segmento más violento de todos, que tiene a un Gerard Butler irreconocible como un duende.

Al igual que Saturday Night Live, hay tres falsos comerciales, que no están tan mal y tienen su crudeza provocada por golpe de efecto final.

Pero la mayoría decepcionan: Steve Carr, Steven Brill (director de las comedias de Adam Sandler), el veterano Griffin Dunne, Elizabeth Banks brindan episodios con chistes viejos, ávidos de humor. Las pobres interpretaciones y la falta de ideas a la hora de poner la cámara del segmento de Banks, terminan decepcionando e incluso aburriendo. Podría haber sido mejor aprovechado y no llevado hasta agotamiento, la idea de las Citas Rápidas de Super Héroes.

Peter Farrelly logra con Verdad o Consecuencia, un episodio simpático, pero eso se debe al talento del comediante británico Stephen Merchant (socio de Ricky Gervais) y de Halle Berry en su mejor personaje en años.

Para el final, queda sin dudas el episodio más enfermo, morboso, genuinamente divertido, personal y grotesco que es Beezell, dirigido por James Gunn. El realizador le aporta su talento y transgresión a esta historia que mezcla animación con actores.

Pero es acaso, demasiado humor para cultos, para un producto total, tan desalmado, que muestra lo peor de la nueva comedia estadounidense. El resto de los episodios ni siquiera valen mencionarlos.

La comedia pícara está pasada de moda. Esto demuestra Proyecto 43. No causa gracia, es anticuada. Y habría que debatir seriamente como recuperarla.