Proyecto 43

Crítica de Juan Samaja - CineFreaks

Del humor liviano al escatológico

El relato se inicia con dos amigos adolescentes cuando se dan cuenta de que el hermanito menor de uno de ellos les ha jugado una broma en el día de los inocentes. Como venganza, los amigos planean llenarle de virus la computadora al niño, pero dado que éste jamás se separa de la computadora se deciden a distraerlo con una historia estrafalaria de un supuesto video prohibido por el FBI y la CIA llamado proyecto 43. Lo instan a que lo busque por la internet.

El niño a lo largo de su búsqueda va encontrando una serie de videos cuyas extrañas historias son las que nutren el film en su conjunto.

Como toda película episódica basada en la lógica de acumulación de segmentos, el resultado del conjunto siempre es menos impactante que la mejor de sus historias por separado. Esto ocurre bien porque sus anécdotas singulares son desparejas, o porque la mera conjunción de relatos no termina de madurar en una propuesta orgánica que vaya más allá de una serie de efectos localizados. Y Proyecto 43 que reúne a varios directores, entre ellos Peter Farelly y Steve Carr, no escapa a ninguna de estas prerrogativas.

Los mejores segmentos son el de la “papada” (con Kate Winslet y Hugh Jackman), y el de la “educación en casa”. Son los más creativos a la hora de propender y desarrollar situaciones cómicas a partir de una única premisa básica. El resto de los sketch acompañan con dignidad (si bien destacan el de la cita de los superhéroes y el de la mascota celosa), pero no están a la altura de los primeros.

La ventaja evidente de este film en particular es su general efectividad en la producción permanente de situaciones cómicas en todos los niveles posibles y pasando por varios estilos de comedia: desde el más liviano hasta el más escatológico. Sin embargo, aún en el caso de los relatos más escatológicos, el film se las arregla para nunca derrapar hacia el terreno del mal gusto.

Cabe aclarar que este largometraje se ha distribuido en dos versiones: una primera en donde un guionista de cine le presenta a un productor una serie de historias como propuesta de trabajo; y una versión alternativa con los adolescentes buscando el video prohibido en la internet. Ambos segmentos van cosiendo el resto de las historias. En Argentina se ha distribuido esta última versión.