Princesita

Crítica de Luciano Mezher - Visión del cine

Se reestrena en la plataforma digital de Puentes de Cine, Princesita, segunda película de la directora chilena Marialy Rivas (Joven y alocada). El film está basado en hechos reales ocurridos en el sur de Chile.
La historia sigue a Tamara, de once años, que vive en una secta apartada en el bosque. El grupo sigue las creencias de su líder Miguel, quien le va insistiendo a Tamara que ella es la elegida y que debe tener un hijo con él. A la par, la niña acude al colegio donde se enamora de un compañero y la profesora comienza a sospechar que algo extraño pasa en la comunidad donde vive Tamara.

La película transita con un correcto ritmo todas las preguntas y, a veces, respuestas propias que se hace una niña que está a punto de tener su primera menstruación. Su relación con otros niños y también su interés por un joven. Esta voz en off, que marca el relato, es la de la propia Tamara que se pregunta si es correcto o no lo que está sufriendo. Pero el contexto la lleva a un lugar ya retratado en otros thrillers de suspenso como es el de una secta. Este lugar, alejado de la sociedad, es una prisión, mental al principio, y física avanzado el relato. Las mujeres allí no son dueñas de su propio cuerpo.

En vez de profundizar en esta comunidad y el por qué de su existencia, el guion sigue de cerca a Tamara y nunca se aleja de ella. No entendemos el accionar de los otros hombres o mujeres porque su protagonista no lo hace. La cámara y la puesta en escena refuerza esta idea, desenfocando algunas acciones o mostrándonos solamente el rostro de Tamara, víctima de este control.

El personaje de la profesora no termina teniendo tanto peso en la historia como para justificar su presencia y se pierde en el relato ya que tampoco genera suficiente injerencia en las decisiones de Tamara.

Princesita nos cuenta un mundo idílico que no existe, esta secta que quiere permanecer “pura” es todo lo contrario (como pasa habitualmente en estos tópicos). Sara Caballero hace un gran papel como Tamara, manejando bien sus silencios frente a la cámara y sus diálogos con voz en off.