Primavera

Crítica de Santiago Balestra - Alta Peli

desopilante historia de una familia peculiar.

Habitualmente cuando ves una película en un festival, contemplás y te quedas pensando con las historias que miras. Pero muy pocas veces uno se cruza con una película que consigue todo eso y aparte resulta ser entretenida. Primavera es eso: una experiencia entretenida sobre las cómicas vicisitudes de una familia poco habitual.

Secretos de Familia.
Primavera es contada desde el punto de vista de Leopoldo, un chico de 11 años que fue criado en el seno de una familia de artistas (su padre es un autor y director teatral), la cual entre el 21 de Septiembre y el día de Navidad experimenta una serie de enredos tales como el inminente matrimonio igualitario entre su padre y su compañero, el ensayo de una obra de teatro con una actriz difícil, la verdad sobre la figura paterna de su hermanito por nacer y, finalmente, una naciente historia de amor entre él y una chica que conoce en una clase de poesía.

El guión de la película goza de sendas situaciones cómicas, cuyo desarrollo y remate consiguen tener al espectador pendiente de lo que va a ocurrir y como va a terminar la historia; no obstante, cabe aclarar que si llega a tan buen puerto narrativo es por obra y gracia de una galería de personajes deliciosamente delineados e incluso queribles.

El aspecto técnico de la historia no se queda atrás. La imagen de Primavera está compuesta de sendos planos secuencia realizados en Steadicam con una precisión, una exquisitez coreográfica, y una riqueza de composición de cuadro que es digna de estudio. Pero lo más sorprendente de todo es que no se nota; un truco de magia sutil que vale la pena aprender.

Sobra decir que la película descansa en los hombros de los actores, y todos en el reparto estelar de Primavera destacan sin importar la longitud de tiempo que tengan en pantalla. Eso sí, de todo el reparto destaco en particular a Catarina Spinetta, como la madre próxima a parir de esta familia; una interpretación caricaturesca y enternecedora que hace acordar a las capocómicas de antaño.

Conclusión.
A pulso de una puesta en escena impecable y un desarrollo de personajes atento y detallado, Santiago Giralt trae como resultado una comedia tremendamente entretenida. Pocas veces se van a reír tanto en una sala de cine.