Presencia siniestra

Crítica de Julián Brennan - Cinergia

Sustos eran los de antes

En una película que ya vimos cientos de veces, el suspenso vuelve a la pantalla de la mano de una excelente actriz como es Naomi Watts y dos estrellas ascendentes como Jacob Tremblay y Charlie Heaton (si, el pibito de Stranger Things).
En una mezcla de El Resplandor, Piscosis y El Orfanato, sale Presencia siniestra. ¿Cuál es el mayor problema de esta película? Que el villano no le llega ni a los talones a Naomi Watts, quien de a poco se ha ido convirtiendo en una de la preferidas para este tipo de films.
Watts es Mary, una psicóloga infantil que vive en una aislada casa del bosque con su hijastro Stephen, un adolescente en estado vegetativo desde el accidente de coche en el que murió su padre. Mary ha decidido trasladarle a un centro especializado en el cuidado de pacientes como él, pero antes debe prepararse para pasar una gran tormenta que se acerca.

Pesadillas muy reales, ruidos detrás de las paredes y apariciones completan este film de terror que promete pero se desinfla de a poco...