Presagio

Crítica de Pablo E. Arahuete - CineFreaks

El extraño hombre del paraguas negro

El trauma psicológico es una herramienta de doble filo para el cine de género. En primer lugar porque necesita apoyarse en una suerte de universo de la mente, que a veces no logra plasmarse en términos visuales o de puesta en escena. En segundo término, requiere de buenos actores que sepan transmitir sin sobresaltos matices de angustia o de violencia contenida, así como enormes dosis de ambigüedad en lo que hace a los gestos o movimientos corporales.

Ninguna de estas dos condiciones lamentablemente se cumplen en esta propuesta argentina de corte independiente, Presagio, del director Matías Salinas, que tuvo su recorrido internacional por festivales afines al género como el célebre Blood Window, vidriera festivalera en Cannes, que muchas veces abre mercados a títulos independientes argentinos como ocurriera con la excelente El eslabón podrido.

La pérdida de una esposa en un accidente automovilístico es el conflicto que desata la historia que tiene por protagonista a un paciente (Javier Solís) y su psiquiatra (Carlos Piñeiro). El típico lugar común del psicoanálisis de bar en un derrotero regresivo por visualizaciones arma el caldo de cultivo para que la mente del protagonista desconfigure la realidad.

Entre ficción y realidad, lo vivido y lo reconstruido desde el propio relato de este paciente problemático, además escritor de cuentos que se intercalan en la trama y que lo ubican como protagonista, se va tejiendo la telaraña en que los demonios internos por momentos cobran forma de un misterioso hombre con un paraguas negro.

El principal problema de Presagio es el casting y como efecto dominó las piezas rigurosamente alineadas en un guión prolijo no caen de manera tan simétrica como correspondería si la ecuación verosímil-tensión-emoción cuajara.

No obstante, hay ciertas secuencias donde se ponen en juego los clichés del género que reflejan algún atisbo de originalidad, el cual llega por microgotas y no con torrentes continuos como requieren historias de suspenso o en este caso thrillers psicológicos que rozan el terror.