Porno para principiantes

Crítica de Gabriel Piquet - Fancinema

JUEGO CON LO ANACRÓNICO

Víctor es un director de cine (unos cortometrajes y una fiesta de 15 lo avalan) que está a punto de casarse. Harto de que su suegro lo manipule demostrándole todo el tiempo que sin su ayuda monetaria él y su hija no tendrían nada, decide involucrarse en la realización de una película porno financiada por un mafioso. Ese es el punto de partida de Porno para principiantes, nueva película del uruguayo Carlos Ameglio.

Para empezar, uno de los méritos del relato es que esta coproducción justifica la aparición de tres países, logrando que el ensamble actoral no quede forzado. El contexto de la década del 80 le ayuda mucho a que el tema abordado y los chistes estén fechados pero aún así aggiornados, dando la impresión de que si Porcel y Olmedo hubieran sido bien dirigidos y contando con buenos guiones en sus películas, quizás hubieran logrado algo así. Hay mucho más humor verbal que físico (extraño si pensamos que se filma una porno), y ahí es en donde el film logra tomar altura y puede jugar con chistes que hoy en día no podrían hacerse por la corrección política sin ser tildados de sexistas. Hay un equilibrio en ese tipo de chistes, al reformular la mirada con los cambios sociales, pero no lo subrayan. Los actores tienen un timing para el humor -por la dificultad de hacer reír, esto es el mayor halago que se le puede hacer a un actor- y no desentona ninguno.

Ojalá que Porno para principiantes sea la punta de lanza para que comiencen a tener más continuidad este tipo de comedias por toda Latinoamérica; es bienvenida la calidad al género.