Por un puñado de pelos

Crítica de Paraná Sendrós - Ámbito Financiero

Asuntos serios en clave de parodia

Siglo XVII. El comienzo de la leyenda. Los españoles arrasan con todo. Una indiecita de cabello impresionante resulta sorprendida por un soldado castellano de enorme pelambrera. Ella le pregunta "¿Chapí? ¿Chapí...?", él mueve su cabellera como para propaganda de champú, se enamoran, pero antes de comer perdices o mejor cosa los sorprenden los malos, y, en fin, esto hay que verlo, y escuchar al relator oficial mientras pasan los dibujos, los cabellos se entrelazan amorosamente y nace la leyenda del ollón de los enamorados, recopilada por Fray Malincho Coloso de Ortubia, y conservados en el Recinto Privado de la Biblioteca Municipal de Las Toribias. La "síntesis idílica que dio lugar a la raza criolla" está rodeada de inquietantes historias sobre espantosos peces pilíferos, viajeros muertos por extrañas razones, y el celoso culto de los lugareños a Santo Chapí, que les mantiene el pelo sano y abundante.

Siglo XXI. El final de la esperanza. El Toti Turman arrasa con todo. Al menos, eso se cree él. Para el viejo es un clavo con oficina propia. Para las mujeres, uno a quien escaparle cuando llama. ¿Será que está perdiendo la pinta? Porque el pelo también se le escapa de la cabeza, sin nada que lo fije. Hasta que su amigo el portero le menciona la leyenda del ollón y la lozanía capilar de su pueblo. Solución inmediata. Negocio en puerta: "WaterHair". Campaña internacional. Recelo local (sobre todo del padre de una linda chinita). Y gran metida de pata con el primer cliente grande, que tendrá pelo sano y más que abundante, de eso no cabe duda, en tanto un misterioso y simpático cerdito peludo corre presuroso hacia, bueno, esto también hay que verlo.

Así viene la mano con esta nueva comedia de Néstor Montalbano con guión de Damián Dreizik, vale decir, la dupla de "Pájaros volando". Humor bizarro pero de buen gusto, dentro de lo que cabe. Asuntos serios llevados seriamente al nivel del disparate y la parodia amable. Lindo paisaje puntano. Aires de western patay, buena música y efectos ad hoc, y un elenco nunca visto: Nicolás Vázquez en su primer protagónico de cine, Carlos Valderrama como el intendente del pueblo (garantía de pelo abundante), Rubén Rada haciendo el desconfiado (y con razón), Daniel Ferreyra (menos suelto que en Talento Argentino y sin guitarra pero siempre natural), Natalia Sánchez, a tener en cuenta, Ivo Cutzarida, Norma Argentina, Jaime Ramírez Navarro y otros peluqueros, Andrés Rey (el imitador de Luis Miguel), Juan Carlos Velázquez (el Mini haciendo de abogado petiso), etc., y la participación especial del cerdo Patricio.

Hay que tener en cuenta al cerdo Patricio. Y atender muy atentamente una parte, que afecta al habla latinoamericana: cuando El Pibe Valderrama se refiere a lo que hay dentro de la cabeza, ¿dice "cerebro", o "celebro"? Coproducción San Luis Cine con Elegua Producciones de Colombia, Saltaunarana y otra gente con sentido del humor.