¿Por qué él?

Crítica de Mariano Patrucco - El Lado G

Una comedia romántica de manual capaz de sacarte algunas risas. El talento de sus intérpretes termina compensando un guion poco original.

¿Por qué él? (Why Him? 2016) reflota un concepto bastante utilizado en las comedias románticas: un padre conservador se encuentra con el nuevo novio de su hija, que no logra colmar sus expectativas y da pie a situaciones hilarantes. El director John Hamburg (I Love You Man 2009, Zoolander 2001) supo escribir el guión de una gran película con esta misma premisa. Hablamos de La Familia de mi Novia (Meet the Parents 2000), film en el que Ben Stiller hacía todo lo posible para caerle bien a un estricto Robert De Niro y ganarse su bendición para casarse con su hija. Los buenos proyectos que Hamburg escribió fueron estirados como franquicia, dando como resultado películas de una calidad bastante inferior a sus predecesoras —La Familia de mi Novia fue trilogía con Meet the Fockers 2004 y Little Fockers 2010. Y no me hagan hablar de la infame Zoolander 2, 2016—.

Ned Fleming (Bryan Cranston) es un padre sobreprotector dueño de una imprenta que en su fiesta de cumpleaños se entera de la peor manera que su hija mayor está en pareja. La joven estudiante universitaria Stephanie Fleming (Zoey Dutch) quiere que su familia viaje a California por las fiestas para conocer a su novio, Laird Mayhew (James Franco). Para sorpresa de Ned y su esposa Barb (Megan Mullally), Laird no es ningún fracasado, sino que es un importante y acaudalado desarrollador de videojuegos móviles. Laird no es cualquier niño rico excéntrico de Sillicon Valley: a pesar de su evidente falta de modales, tendencia a la vulgaridad y el lenguaje obsceno; su personalidad extrovertida, carácter amable y su constante deseo de complacer a los demás termina ganándose a la familia de Ned. El personaje de Cranston no termina de simpatizar con su futuro yerno y pretende separar a la parejita, pese a que Laird hará todo lo posible para conseguir la aprobación de Ned y su bendición para casarse con Stephanie.

La película recicla fórmulas bastante vistas en films anteriores. La historia es bastante simple, como una versión sucia de Meet the Parents y el humor descansa demasiado en obscenidades, situaciones escatológicas y gags físicos. Un par de buenos chistes se repiten una y otra vez a lo largo del film, lo que resulta bastante molesto (que sea gracioso la primera vez no significa que me haga reír siempre si lo vuelven a hacer 3 o 4 veces). Más allá de estas fallas que empañan un poco al film, el aspecto más positivo de ¿Por qué él? terminan siendo sus protagonistas. Bryan Cranston encarna a un padre amoroso, un hombre común que se desvive por su familia. Bryan saca a relucir su habilidad para la comedia que todos conocimos en Malcom in the Middle (2000-2006) y por momentos parece que actúa por encima de lo que el flojo libreto requiere. James Franco está en su salsa, un actor que siempre cumple a la hora de ponerle el cuerpo al humor físico y generar situaciones incómodas y absurdas. El personaje de Megan Mullally acompaña bien a la pareja protagonista, teniendo algunos buenos momentos a lo largo del film. Otro que se destaca es Keegan-Michael Key (MadTV, Tomorrowland) como Gustav, el asistente y personal trainer de Laird.

¿Por qué él? termina siendo un film divertido que puede hacerte reír un poco. Sin dudas la película podría haberse beneficiado de tener unos 20 minutos menos de extensión y aprovechar mejor a sus personajes principales con un planteo un poco más original.