Por la vida!

Crítica de Jorge Luis Fernández - Revista Veintitrés

Tras sobrevivir al Holocausto y al dolor de dos relaciones, cuyas huellas aún la persiguen en la tercera edad, la otrora cantante de cabaret yiddish Ruth Weintraub (Hannelore Elsner) no estaba preparada para una orden de desalojo. Un nuevo intento de suicidio la acerca a Johan (Max Riemelt), un joven encargado de mudanzas que se solidariza con la anciana. Pese al inicial rechazo, en lo profundo, de Johan hacia Rush (por ser anciana, por ser judía), habrá una atracción en ambos sentidos: mientras Johan le recuerda a Ruth a un amante por el que hubiera dado la vida (Riemelt interpreta a ambos personajes), el muchacho ve en la mujer a una figura maternal y protectora, así como el puente hacia un modelo cultural que desconoce. La primera parte del film es evocativa, con imágenes desconocidas de los suburbios de Berlín, pero en la introducción del Holocausto el director Uwe Janson (más conocido por su adaptación de Peer Gynt, de Ibsen) se ve imposibilitado de esquivar lugares comunes. Pese a esto, la película encuentra una buena dinámica en el nudo de la relación y las actuaciones.