Por la vida!

Crítica de Diego Curubeto - Ámbito Financiero

Interesante, si se entra en su lógica

Una mujer madura se ve obligada a dejar su casa, y desarrolla una extraña amistad con el encargado de la mudanza, mucho más joven que ella.

Dado que los dos personajes protagónicos en principio no tienen nada en común, el desafío de la película es demostrar lo contrario.

La lógica no se aplica al estilo del director, que puede distraer al espectador con flashbacks de las pesadillas de la era nazi sufrida por la protagonista, alguna vez cantante de cabaret, aunque sin preocuparse por explicar demasiados detalles de esas subtramas. Y de repente, la acción puede aparecer en una fiesta electrónica actual.

Es decir, la narración, por momentos, no es precisamente fluida, pero a medida que avanza la película queda claro que el guión siempre se ocupará de agregar detalles curiosos, algunos no muy coherentes, pero propios de un melodrama absurdo que va uniendo a los dos personajes protagónicos, interpretados por Max Riemelt y Sharon Brauner.

En el medio, también está Mathieu Carriere (el del film de culto "El joven Toerless"/"Nido de escorpiones" de Volker Schlöndorf).

Es una película despareja, pero con situaciones inesperadas que ayudan a generar tensión, más algunas imágenes notables (la fotografía de Peter Krause es un gran punto a favor).

Lo mejor son los diálogos con humor negro y mucha más incorrección política de lo que se podría esperar en una producción alemana. Si se le tiene paciencia, rinde: los dos últimos actos consiguen darle sentido al conjunto, y al título.