Por fin ¡solos!

Crítica de Santiago García - Leer Cine

No es raro que una comedia taquillera francesa llegue a las salas argentinas. Hay muchísimos ejemplos, desde las buenas a las pésimas, pasando por un enorme número de películas mediocres, como el caso de la película que aquí analizamos. En su país fue furor, acá pasará sin pena ni gloria y tal vez pronto tenga una remake en Estados Unidos, o quizás en varios países, como ya ha pasado anteriormente.
Marilou y Philippe son una pareja de buen pasar económico a punto de jubilarse. Tiene un gran sueño para esta nueva etapa de su vida: vivir bajo el sol de Portugal. Pero su familia, lejos de apoyarlos, se aprovecha de la jubilación para convertirlos en sus empleados, las personas siempre disponibles para cualquier tarea.
Todos los gags son obvios y conocidos. La catarata de lugares comunes es tan aburrida como conocida y salvo alguna sorpresa suelta por ahí, no vale la pena perder el tiempo con esta película.