Pompeya

Crítica de Ulises Rodríguez - Infonews

Una argentina de gangsters

“Pompeya”, se sumerge en un subgénero que no abunda en el cine nacional, ya que se trata de “una película de gangsters” ambientada en Buenos Aires. La ópera prima en soledad de Tamae Garateguy se la juega entero por un relato donde se mezclan marginales y mafiosos.
Tiros y trompadas en un relato que sucede en el barrio de Pompeya.
Tiros y trompadas en un relato que sucede en el barrio de Pompeya.

La directora le propone un juego al espectador que es el de contar una historia dentro de otra. Con claras reminiscencias borgeanas un guionista novato, Juan Garófalo, se pierde en el laberinto de sus propios personajes.

A medida que va relatando la historia en su texto -y en su cabeza- sus protagonistas: Dylan, el héroe del film, su hermano sordomudo Timmy, su amigo Shadow y la mujer deseada por todos, Lana, van escribiendo la película que le encargó el director de cine Samuel Goldszer.

De a ratos la película es el guionista y sus problemas con el director, con su creatividad y de a ratos están los gangsters copando la pantalla, tirando tiros, pegando patadas y derramando sangre. Todo por quedarse con el control del barrio de Pompeya, todo por poder.