Pompeya

Crítica de Amadeo Lukas - Revista Veintitrés

En su debut en soledad como realizadora, la actriz y cineasta Tamae Garateguy, como ya sucediera con la brillante UPA: Una Película Argentina, recurre a la trastienda del quehacer cinematográfico para hacerle frente a un feroz policial suburbano, marginal y argento. Una suerte de película de gángsters autóctona que reúne rufianes de distinta procedencia, incluyendo rusos, coreanos y criollos. El artificio con el que aborda el género es a través del muy conocido cine dentro del cine, aquí interpelando a un trío de emprendedores de cine independiente que se reparten entre un displicente director, un rebuscado guionista y un entusiasta asistente que busca complacer a ambos. La trama que va urdiendo el terceto se desarrolla paralelamente en imágenes, práctica que no es novedosa pero sobre la cual Garateguy aporta buenas ideas y sólidos recursos cinematográficos. Escenas crudas y truculentas de violencia con reminiscencias de John Woo y el cine oriental, mujeres pulposas y escenarios desapacibles acordes al estilo forman parte del combo. Pompeya logra darle un cierre creativo al asunto, superando desniveles tanto en la trama como en las actuaciones. Revelando a una cineasta que se interna en un género de acción al que sólo colegas como las estadounidenses Kathryn Bigelow o Mimi Leder se le animan. José Luciano González, Federico Lanfranchi, Lorena Damonte y Chang Sun Kim se destacan en el heterogéneo elenco.