Poltergeist - Juegos diabólicos

Crítica de Santiago García - Leer Cine

Contra todo prejuicio

Sí, hay muchas remakes. Sí, ya son demasiadas. Y finalmente sí, el cine de terror parece dispuesto a hacer remakes de todos los clásicos de las últimas décadas. El piloto automático del crítico ya está puesto en comentario negativo y no hay manera de detener la inercia. Bueno, hay una manera, y es mirando la película sin prejuicios antes de poner un comentario negativo. Poltergeist es un clásico de los ochenta muy querido. Escrita y producida por Steven Spielberg, la opinión generalizada es que también la dirigió él. Debido a su compromiso con E.T. y por problemas sindicales (no estaba permitido dirigir dos películas al mismo tiempo) Spielberg derivó este film a Tobe Hooper, a quien admiraba por su clásico La masacre de Texas (que sí, tuvo una remake). Éxito de taquilla en su estreno, y éxito en VHS, Poltergeist se transformó en un film clásico al que sus dos olvidables secuelas no le hicieron daño alguno. Muchas escenas inolvidables y otras que merecen una revisión, la convierten en una clásica película amada devenida en una posible horrible remake. Pero no es así, porque Poltergeist 2015 no tapará jamás a la original, pero tiene vida propia. Combina un buen ritmo con un estilo que no imita ni a su predecesora ni a los vicios del cine de terror actual. Posee un gran sentido del humor –la escena de la ardilla es un gran ejemplo- y los actores están muy bien. No solo los actores, sino también sus personajes. Respeta los elementos claves del guión de Spielberg y aporta novedades. No traiciona ni copia. Es un film pequeño pero efectivo. Los efectos especiales son funcionales y tal vez el cambio más grande es que los esqueletos son digitales y no verdaderos. Este último cambio es digno y sano, por cierto. Poltergeist la remake está bien, mal que le pese a los cultores del piloto automático.