Pokémon: Detective Pikachu

Crítica de Martín Goniondzki - Cuatro Bastardos

Detective Pikachu: ¿Quién engañó a los Pokémon?
Finalmente llega a la pantalla grande la primera película Live Action de una de las franquicias más queridas en tierras niponas: Pokémon. ¿El resultado? Un mundo maravilloso pero alrededor de un guion plano y bastante básico.
“Pokémon”, también conocido como “Pocket Monsters” en Japón, es una franquicia que inició su camino en el año 1996 comenzando como un videojuego RPG, pero gracias a la tremenda popularidad que alcanzó en su tierra de origen, logró expandirse a otros medios de entretenimiento como series de anime, manga, juegos de cartas, películas animadas, entre otras tantas cosas, alcanzando un reconocimiento a nivel mundial. Siendo un producto tan exitoso era esperable que se confirme una adaptación live action hollywoodense, y de hecho la idea ha estado rondando desde hace tiempo, pero siempre hubo un par de inconvenientes: En primer lugar, el complejo trabajo de animación que requería el proyecto, y por otro lado, los reiterados fracasos de los estudios norteamericanos por adaptar series japonesas y videojuegos.
Cabe destacar que “Detective Pikachu” no solo es el primer intento de llevar estos personajes del anime al cine sino que también adapta un videojuego de Nintendo titulado de igual forma. En ese sentido el desafío era doble. Y ahora que la película desembarca en las salas de nuestro país podemos decir que pese a varias falencias, el resultado es mejor de lo esperado. El largometraje cuenta la historia de la desaparición de Harry Goodman, un detective privado. Tim (Justice Smith), su hijo de 21 años, debe averiguar qué le sucedió. En la investigación lo ayuda el antiguo compañero Pokémon de Harry, el Detective Pikachu (Ryan Reynolds), una criatura adorable y ocurrente que padece amnesia y no recuerda nada acerca de la desaparición de su compañero. Tim y Pikachu se dan cuenta que increíblemente pueden comunicarse, y unen fuerzas en una aventura para develar el misterio enmarañado. Mientras buscan pistas en las calles resplandecientes de Ryme City, una vasta metrópolis moderna donde los humanos y los Pokémon habitan tranquilamente de forma armoniosa y sin la locura de las batallas Pokémon (están prohibidas), encuentran distintos personajes Pokémon y descubren un complot impactante que podría destruir la convivencia pacífica y amenazar a todo el universo Pokémon. Este dúo improbable contará con la ayuda de la periodista Lucy Stevens (Kathryn Newton), quien tiene algunas sospechas acerca de la desaparición del detective, y su fiel compañero Psyduck.
La película busca mezclar el cine de animación con ciertos momentos de comicidad y con el policial negro. Por otro lado, la dinámica que tienen Pikachu y Tim también nos recuerda a las buddy movies de los ’80. El problema es que la mezcla de comedia y policial está tocada de una forma bastante superficial y no tan atractiva o funcional como sí pasaba en un film como “¿Who Framed Roger Rabbit?” (1988), obra a la que esta película aspira e intenta emular.
A su vez, si bien el diseño de los personajes, el CGI y todos los efectos visuales de la cinta son verdaderamente sorprendentes, algo que no es poco teniendo en cuenta que era el verdadero desafío de esta obra, el guion es bastante básico y plano, plagado de gags simplones, lugares comunes y giros predecibles. Queda claro que el público al que apunta esta propuesta es al más infantil (lo cual no está mal), estando reflejado en la inmensa cantidad de diálogos explicativos de la trama que tienen los personajes y sus interlocutores. Ahora bien, aquí hay una especie de ironía, ya que es probable que si el espectador no es fan de la franquicia, le cueste comprender ciertos pasajes donde la narrativa se torna algo caótica.
Por el lado interpretativo, Justice Smith parece algo perdido al igual que su personaje mientras que el que se roba la película es Ryan Reynolds como Pikachu, igualmente su interpretación sigue en consonancia con lo visto en Deadpool y puede resultar algo agobiante y agotador el parecido de aquel personaje con el que aquí nos convoca. Por otro lado, Kathryn Newton (“Ben is Back”, “Big Little Lies”) sí se ve más cómoda que su partenaire y sigue mostrando grandes cualidades como joven actriz. Los personajes secundarios de Ken Watanabe y Bill Nighy están bastante desaprovechados teniendo en cuenta que ambos son tremendos actores y pudieron haber enriquecido la narración de haber tenido papeles con mayor dimensión.
Pokémon – Detective Pikachu es un relato con varias lagunas narrativas y falencias que igualmente divertirá y asombrará a los más chicos por el increíble mundo que nos presenta el director Rob Letterman (“Monsters Vs Aliens”). Teniendo en cuenta que no se usaron los personajes principales y los elementos más característicos de la franquicia, podemos decir que el resultado es mejor del pensado y que incluso nos motiva a seguir explorando el mágico mundo de los Pokémon en entregas venideras. Un film que podríamos comparar con «Space Jam» (1996), en el sentido de que si lo vemos con ojos de niños nos parecerá maravilloso pero que si inspeccionamos con una mirada más adulta nos parecerá convencional y caótico.