Poder sin límites

Crítica de A. Degrossi - Cine & Medios

Una fantasía repetida

La premisa de esta película es sencilla, les resultará familiar y por eso también efectiva. Imaginate que te topás con una forma extraña que al tocarla te transfiere el poder de mover cosas con la mente, incluso a vos mismo. Imaginate que ese poder crece día a día y ya no solo movés un lápiz sino que ahora podés estacionar un auto y hasta volar. Está bueno, no?
Andrew es un muchacho con problemitas. Anda de acá para allá con una cámara de video al hombro. Es el hazmerreir del colegio, no solo por grabar todo el tiempo sino porque además es el típico raro aislado. Problemas no le faltan. Tiene todo el combo para ser un futuro villano del cómic que se te ocurra. Madre moribunda, padre alcohólico y golpeador, vida social nula.
Una noche Andrew es invitado a ver un hecho curioso, como de otro mundo, y a registrarlo con su cámara. A partir de entonces su vida cambia, definitivamente.
El relato está presentado mayritariamente con imágens de la cámara del protagonista, pero también con la mirada del director por lo que no llega a ser "REC". El acierto es que lo que les sucede a los protagonistas se presenta sin solemnidad sino más bien de la forma en la que cualquier chico disfrutaría con sus nuevas "habilidades". Mezcla de Chris Angel con X-Men, también tiene algo de "Super 8" pero sin ser tan pretenciosa. Apenas un entretenimiento, bien presentado y disfrutable.