Piratas del caribe: Navegando aguas misteriosas

Crítica de Nicolás Viademonte - Función Agotada

Naufragando en aguas conocidas

Ha vuelto Jack Sparrow el pirata que inició sus travesías por el 2003 con una nueva aventura: encontrar la fuente de la juventud. En el camino en la búsqueda de un nuevo tesoro, Jack se cruzará con un viejo amor llamado Angélica, con el temible Barbanegra, con el conocido enemigo Barbosa, con los Españoles, con sirenas y también, como si todo lo anterior fuera poco, con algunos zombies.

La franquicia ha cambiado de capitán (va a ser una crítica rodeada de metaforas navales, como la saga lo amerita) debido a que Gore Verbinski se alejo de la misma para filmar la entrañable Rango y en su reemplazo llegó Rob Marshall.

Marshall, que venía de fracasar estrepitosamente con Nine, lamentablemente hace naufragar un barco en aguas que les son bastante familiares. ¿Se puede realizar una continuación sin gracia, sin pasión, sin espectacularidad, sin fluidez y sin humor, en una saga donde todo lo mencionado estaba más que garantizado? Si se puede y Rob Marshall se encargó de demostrarlo.

Los personajes de este film van a la deriva y algunos hasta sin justificación. Que le aporta a la película el misionero? Nada, absolutamente nada. Pero lo peor de esto no es que no sume al argumento, sino que Marshall le da un lugar importante a un timido y inexpresivo personaje a tal punto que es el único tripulante del film que vive un romance, aparte del querido Sparrow. Luego encontramos desaprovechados a un siempre cumplidor Ian McShane interpretando al pirata más temido por todos los piratas, el pirata Barbanegra. De verdad que ese pirata es tan temible? Bueno estaría bueno que se pueda apreciar en las imágenes y no solo en las líneas de dialogo. Luego encontramos a la hermosa Penélope Cruz (aquí justifica su patético acento al interpretar un personaje nacido en España) que no logra salvar el hundimiento de la saga debido a que presenta una Angélica carente de sensualidad e inexpresiva.

Piratas del Caribe 4 solo presenta algunos momentos que rozan lo simpático y la mayoría surgen por parte de Johny Depp, lo que demuestra nuevamente la impericia de Marshall al no aportarle una nueva y necesaria visión con personajes que logren demostrar algo de frescura a la franquicia. Más allá de algún que otro traspié en las anteriores ediciones Depp siempre salió aireoso de cualquier crítica y aquí nuevamente es quién tiene las mejores secuencias cómicas con un Jack Sparrow que se encuentra bastante gastado. Realmente es digno de destacar que una película de aventuras con personajes que supieron llenar nuestro balde de pochoclos en el pasado, tengan una vuelta tan aburrida y desangelada.

Es decepcionante e ¡IMPERDONABLE! que Piratas del Caribe: Navegando Aguas Misteriosas falle también en las escenas de acción, debido a que pareciera que Marshall las fimló por puro compromiso sin generear emoción, espectacularidad y sorpresa, sentimientos fundamentales en una secuencia de "tiros y espadas". Solo el ataque de las sirenas pareciera estár rodado con la cálidad que una franquicia como esta precisa.

Por todo lo expuesto más arriba lamentablemente hay que decir Piratas del Caribe 4 no navega en ningún momento aguas misteriosas, sino que naufraga por completo en aguas altamente conocidas, donde su único sobreviviente es Johnny Depp.