Piratas del Caribe: La Venganza de Salazar

Crítica de Mariano Patrucco - EL LADO G

La Venganza de Salazar rescata los elementos más positivos de la trilogía original y sumado a la incorporación de nuevos personajes puede funcionar tanto como cierre del ciclo o de nuevo comienzo para la franquicia.

En el año 2003 Disney sorprendió al mundo con el estreno de una película que nadie imaginaba que alguna vez pudiera ver la luz del sol. Piratas del Caribe (Pirates of the Caribbean) es una de las mejores y más longevas atracciones de Disneyworld, básicamente un juego de parque de diversiones. La compañía del ratón inventó una historia donde no la había, contrató a un director de primer nivel (Gore Verbinski, cineasta detrás de The Ring y Rango), un elenco de actores muy populares y puso un presupuesto enorme al servicio de la película.
La mezcla de aventuras de piratas, batallas navales, humor, mucho slapstick, peleas a espadazo limpio y un toque de fantasía sobrenatural con maldiciones y piratas no-muertos que se apreció por primera vez en Piratas del Caribe: La Maldición del Perla Negra (Pirates of the Caribbean: The Curse of the Black Pearl) fue un verdadero éxito que enamoró al público y a la crítica —y pensar que Disney estuvo a punto de hacerla con bajo presupuesto y directo a video—.

Teniendo entre manos una mina de oro, Disney hizo lo más lógico: la explotó a más no poder. La crítica les dio la espalda pero el público no, ninguna entrega de la saga falló a la hora de llenar las salas y la franquicia hasta el momento ha recaudado casi cuatro billones de dólares (sí, US$ 4.000.000.000.000, una locura). Pese a esto, la audiencia se fue cansando del Capitán Jack Sparrow (Johnny Depp) y la cuarta entrega de la saga (On Stranger Tides, 2011) fue bastante criticada por la falta de personajes secundarios con química —vale recordar que Will Turner (Orlando Bloom) y Elizabeth Swann (Keira Knightley) no volvieron a aparecer— y un buen villano. Años después, Disney vuelve a la carga con una nueva aventura.

La historia comienza con Henry Turner (Brenton Thwaites), un adolescente obsesionado con salvar a su padre —vale la pena recordar que Will se convirtió en el nuevo capitán del fantasmal navío El Holandés Errante—. Por otro lado Carina Smyth (Kaya Scodelario) es una astróloga acusada de brujería que se cruza con Jack Sparrow mientras este último roba un banco —literalmente—. Los tres persiguen un mismo objetivo, encontrar el legendario Tridente de Poseidón, el objeto que controla toda la magia y el poder de los océanos
A su vez, los tres son perseguidos por el siniestro Capitán Salazar (Javier Bardem), el espíritu reanimado de un viejo rival de Jack. Salazar era un capitán de navío español que cazaba piratas a través de los siete mares que murió junto a su tripulación por culpa de Jack Sparrow. Salazar y sus inmortales no descansarán hasta atrapar a Sparrow y matarlo, junto al resto de los piratas del mundo. Para encontrarlo necesitarán la ayuda del viejo Capitán Barbossa (Geoffrey Rush).

La Venganza de Salazar se siente como un regreso a las fuentes de la saga. Dejando atrás la complicada y poco interesante historia de On Stranger Tides, esta vez se presenta una aventura más simple y directa con tres protagonistas que persiguen un objetivo en común (Henry necesita el tridente para romper la maldición que mantiene a su padre ligado al Holandés, Carina busca su ubicación en un diario de Galileo que le dejó su padre y Jack lo quiere para tener poder sobre los mares y volver a su antigua gloria). A través de esta película se conoce parte del origen de Jack Sparrow —más precisamente, cómo se gana el título de Capitán—.
Visualmente la película está muy bien, los efectos visuales y prácticos son un verdadero espectáculo aunque el look “fantasmal” de Bardem y compañía no termina de ser del todo convincente. En cierta forma el film se beneficia de tener (o intentar tener) menos épica que sus entregas anteriores, eso hace que el maridaje entre aventura, humor y fantasía se sienta más prolijo. El villano no es para nada memorable y de los nuevos miembros del elenco, quien se destaca más es Kaya Scodelario, en un rol de mujer de ciencia que no la hace caer en el típico cliché de damisela en apuros.

Lo más destacable de esta nueva entrega de Piratas del Caribe es que funciona como un digno cierre de la saga protagonizada por Johnny Depp, pero también deja una ventana abierta para que las aventuras continúen sin el personaje de Jack Sparrow.