Piratas del Caribe: La Venganza de Salazar

Crítica de Diego Paz - La cuarta pared

Luego de seis años, y tras una cuarta entrega que hizo trastabillar a la popular franquicia (¡más de 4 billones de dólares recaudados!), el capitán Jack Sparrow vuelve a zarpar rumbo a la aventura. Pero ¿llega a buen puerto o se hunde en el muelle de San Blas?

Con la ausencia de los queridos Will Turner y Elizabeth Swann, sumado a nuevos compañeros y un nuevo enemigo, Piratas del Caribe: Navegando Aguas Misteriosas, de 2011, no dejó satisfechos a los fans de la trilogía previa en absoluto. Los nuevos coprotagonistas no tenían esa química de Orlando Bloom y Keira Knightley, y a pesar de ser un gran actor, el Capitán Barbanegra interpretado por Ian McShane pasó rápidamente al olvido comparado con Davy Jones. Quizás lo peor de todo: el público parecía estar agotado del Capitán Jack Sparrow y de la interpretación, otrora divertida y novedosa, de Johnny Depp. Quizás sin muchas opciones, Disney optó por dejar pasar unos años, que corra agua bajo el puente, antes de intentarlo nuevamente. Y acá estamos otra vez.

Lo mejor de Piratas del Caribe siempre fue cuando logra ubicarse en esa delgada línea entre el fin del misticismo y el comienzo de la ciencia moderna, con personajes que se niegan a abandonar la vida de pirata y creen en cuanta leyenda marina exista, con aquellos volcados al estudio y a los libros. Esa oposición, esas miradas diametralmente opuestas, se ven representadas esta vez por Carina Smyth (Kaya Escadelario), una joven bruja astróloga que busca cumplir el sueño de su padre y descifrar "el mapa que no puede ser leído por ningún hombre" mediante un diario de Galileo Galilei. Afortunadamente, Carina es lo suficientemente capaz de manejar por sí sola su lado de la ecuación. Es una fuerte presencia femenina, determinada, aguerrida y definitivamente la más inteligente de todos. Si bien alguna que otra vez la rescatan, dista muchísimo de ser una damisela en peligro, recordando quizás los mejores momentos de la mencionada Elizabeth Swann (lo cual claramente es intencional). Son varias las instancias donde Carina es tan protagonista como Jack.

De la otra vereda tenemos a... bueno, prácticamente todo el resto de los personajes, piratas de la vieja escuela, representados por un jovenzuelo de nombre Henry (Brenton Thwaites), cuyo apellido no vamos a spoilear para aquellos que no vieron los avances (aunque su identidad se revela a los pocos minutos de comenzada la película), y claro está por Jack Sparrow. Sobre él, lo único que puedo decir es que... sigue siendo Jack Sparrow, con todo lo bueno y lo malo que eso conlleva: si te divertía el personaje, va a seguir robándote algunas carcajadas, pero si ya te había cansado la interpretación de Johnny Depp... te va a cansar aún más. Ah, y también vuelve el Capitán Barbossa (Geofrey Rush), ahora convertido en una suerte de Ricardo Fort del océano; Barbossa nos cae de maravillas, por cierto.

Vale la pena mencionar que, de manera algo sorpresiva (salvo cuando nos percatamos de la tendencia e insistencia de Hollywood por el recurso en la última década), La Venganza de Salazar funciona casi como precuela, narrando lo que sería el origen/nacimiento del Capitán Jack "Sparrow". De hecho, el capitán español Armando Salazar (Javier Bardem) se convierte en lo que sería su primer antagonista, su primer villano. Quizás por eso es que el personaje no logra en ningún momento convertirse en EL villano (menos aún con esa desconcertante cabellera que "flota" continuamente), de la misma manera que su tripulación fantasma no parece ser en ningún momento una graaan amenaza; recordemos que Jack fue devorado vivo por un Kraken, ¿qué es un fantasma sin mandíbula comparado con eso?

En típica tradición de Piratas, todos los personajes principales coinciden en motivaciones y objetivos, lo que los une (a veces de manera un poquito demasiado conveniente) rumbo a un mismo destino: el tridente de Poseidón. Sí, ese Poseidón; hay que apuntar cada vez más alto, no queda otra. Por supuesto que hay sorpresas y traiciones en el camino (no es por estigmatizarlos pero, después de todo, son... bueno, ¡piratas!), aunque parece que los guionistas se avivaron y en esta ocasión no hay tantas idas y vueltas como en la tercera entrega de la saga, En el Fin del Mundo (con esa recuerdo que, sentado en el cine, en un momento me perdí y ya no sabía quién estaba buscando qué, con quién y para qué). Entre esas sorpresas hay una importante revelación que... quizás al comienzo parece innecesaria, pero es justamente lo que lo aporta la cuota emotiva al tercer acto de la película; sin ese elemento, el final no tendría el mismo peso.

Como era de esperarse de un tanque de Disney, el despliegue visual es impresionante, en especial durante el clímax en las profundidades del océano. En tierra firme también tenemos algunas secuencias divertidas y muy logradas desde su planificación y realización: la primera de ellas es la reintroducción de Jack y lo que queda de su tripulación, quienes le dan un significado totalmente nuevo a la frase "robar un banco". La otra involucra el rescate de Jack ante un novedoso método de ejecución: la guillotina. Ambas se sienten como la primera película, tienen esa atmósfera clásica de la saga. Por su parte, el 3D también está muy bien implementado aunque, como ocurre siempre, oscurece la imagen y en las escenas nocturnas por momentos se ve muy poco lo que ocurre en pantalla.

Sobre el final de Pirates of the Caribbean: Dead Men Tell No Tales (su título original), los directores Joachim Ronning y Espen Sandberg vuelven a poner las piezas en su lugar. Es evidente que Disney desea hacer una sexta entrega pero, de no ser así, éste sería un gran cierre para la saga pirata. O, por lo menos, uno mucho mejor que Navegando Aguas Misteriosas. Caso contrario, y como bien escuché decir a alguien a la salida del cine, corre el riesgo de convertirse en "la Rápido y Furioso del océano". Citando a otra popular franquicia de una galaxia, muy lejana, "El círculo está completo". Quizás es hora de que Jack se retire y disfrute de su jubilación, sentado en una reposera mientras bebe una botella de ron en su chalet de la isla del sol.

VEREDICTO: 7.5 - SOMOS LOS PIRATAS

Parece que el descanso prolongado le hizo bien a Jack Sparrow, porque Piratas del Caribe: La Venganza de Salazar vuelve a traer la diversión y aventura en altamar, sabiendo conjugar de manera inteligente el legado de la primera trilogía con el porvenir de la franquicia, gracias a nuevos personajes (incluyendo uno femenino de fuerte personalidad) y viejos conocidos. ¿Esta será la última? Ni idea. Pero, si la saga concluyera definitivamente acá, sería un cierre más que satisfactorio y adecuado.