Pinocho

Crítica de Mariana Mactas - TN - Todo Noticias

¿Te acordabas de Roberto Benigni? El actor italiano de las morisquetas y la lágrima fácil, estrella de la comedia ganador del Oscar (La vida es bella), vuelve a su bienamado Pinocho, después de haber dirigido su propia película sobre el muñeco que cobra vida. Ahora, la dirección corre por cuenta de un director de cine, Matteo Garrone (Gomorra, Dogman), lo que permite esperar una interesante aproximación visual pegada al clásico. Algo así como recuperar el cuento original con las posibilidades de los efectos especiales y una producción generosa —más de cuarenta millones de dólares— para ponerlo en escena.

Sin embargo, a medida que avanza el relato “realista” del pobre Gepetto (Benigni, claro) y su hijo de madera, queda en evidencia que los logros visuales no van de la mano de la calidez, de la emoción, de la transmisión de algún tipo de sensación que interpele o conmueva. Con la intención de ajustarse lo más fielmente posible a la creación de Carlo Collodi, hay una serie de situaciones que “se ven” poco felices o agradables (un niño, de madera) frente a la notable realización que cuenta con el actor italiano Federico Ielapi como Pinocho, bajo capas de madera. Frente a él está Benigni, robando cámara, otra vez junto a la historia por la que, es evidente, tiene una devoción especial.