Pies en la tierra

Crítica de Rodrigo Seijas - Fancinema

Cuando menos es más

Hay una escena que es ejemplar en lo que respecta a los méritos de Pies en la tierra: el protagonista, Juan, llega a su casa y se encuentra con su madre muerta. Nos damos cuenta no porque diga algo (de hecho, permanece en silencio) sino por su mirada, que contempla algo que no vemos pero que podemos intuir. La puesta en escena posee la suficiente sabiduría y sencillez para explicitar un hecho sin mostrarlo ni recurrir a diálogos explicativos, potenciando el poder del fuera de campo, otorgándolo un significado dramático tan sutil como fuerte.
Esa muerte es también un disparador para el resto de la trama de Pies en la tierra. A partir de ahí, Juan, un silencioso y poco expresivo hombre en silla de ruedas, decidirá emprender un viaje para buscar a una prima y su hija, cruzándose en su camino con toda una galería de personajes. En este aspecto, el film sigue al pie de la letra el modelo de road movie, y hasta se podría mencionar a un referente bastante inmediato, como es Una historia sencilla, aquel film de David Lynch con Richard Farnsworth. Pero el gran mérito del director y guionista Mario Pedernera es que consigue imprimirle su propio estilo al relato, que se alimenta de los silencios de Juan, de sus palabras que esconden un profundo dolor y frustración, de las huellas corporales que funcionan como marcas de heridas que atravesaron su existencia.
Es cierto que por momentos (en especial en el último tercio) Pies en la tierra cae en la trampa de la obviedad discursiva y los lugares comunes, queriendo remarcar a través de diálogos bastante esquemáticos la incapacidad de Juan para expresarse y asumir sus deseos. Allí es donde cae en una bajada de línea que huele a manual de autoayuda. Sin embargo, en los últimos minutos logra recuperar sus mejores herramientas y encarrilar la historia hacia el lugar correcto. El plano final, donde se pueden vislumbrar, pugnando por salir, las emociones de Juan (notable la actuación de Francisco Cataldi), es sencillamente magnífico y emocionante, redondeando una pequeña y grata sorpresa en la larga lista de estrenos argentinos de esta semana.