Peter Rabbit: conejo en fuga

Crítica de Santiago García - Leer Cine

Peter Rabbit, el personaje creado por Beatrix Potter, tuvo una versión cinematográfica en el año 2018. Ahora en esta secuela se busca explorar el delirio sin límites de otro film de animales que hablan en versión digital, Paddington 2. De ninguna manera se alcanza ese nivel, pero se agradece un humor de diferentes niveles que explora el mundo de los gags inteligentes sin pasarse de rosca. La aventura suma personajes, muchas situaciones brillantes y la tecnología para integrar a los animales con los humanos es todo lo perfecta que pueda imaginar.

Tal vez lo más raro, absurdo o incluso interesante de la película es uno de sus conflictos principales. Bea (Rose Byrne, en un alter ego de Beatrix Potter) recibe una oferta para convertir sus bellos libros sobre Peter Rabbit en una franquicia gigante con historias de acción y mil productos a la venta. La malvada empresa que le propone esto pone en riesgo el corazón mismo de la escritora y su personaje. Pero la película ofrece justamente todo lo que los malos ofrecen: acción, secuestros, humor alocado, locaciones varias. Literalmente la lista de cosas que ella no quiere hacer con su personaje es lo que la película hace con él. Hay que recordar que Beatrix Potter había recibido, a fin de la década del treinta, una oferta de Walt Disney para hacer una película con sus libros pero ella la rechazo. Fue mucho antes de que Disney fuera lo que es ahora, hay que aclarar. Potter murió en 1944 y nunca sabremos que hubiera opinado de estas nuevas películas.

Pero la cosa no termina allí, en la historia el empresario malo finge conocer a Charles Dickens y le habla de sus historias a Bea. En la película Peter Rabbit vive un par de aventuras sacadas de Oliver Twist, el clásico de Dickens. Como se puede ver, el guión trabaja un nivel de autoconciencia total y controlado. Pero esta tensión entre las convicciones y el cinismo que tiene la película es algo misterioso, digno de análisis, pero no le impide a la película ser estéticamente muy bella y tener actores maravillosos. Además de Rose Byrne está nuevamente Domhnall Gleeson interpretando a un joven Thomas McGregor y David Oyelowo como Nigel Basil-Jones, el malvado con poderes de convicción muy graciosos. Es muy graciosa toda la historia y muy entretenida. En su idioma original tiene un trabajo de voces que es muy bueno y vale la pena descatar, aunque al ser una película para niños la mayoría la termine viendo doblada al castellano.