Pesadilla en el infierno

Crítica de Catalina Dlugi - El portal de Catalina

Es la cuota de terror de la semana, para un público fanático de las emociones fuertes, con torturas, violaciones, manoseos y terror. Y si esto fuera poco, lo que hace el director y guionista Pascal Laugier, es una original vuelta de tuerca, que le permite una doble apuesta. A una casa convenientemente poblada muñecas de todos los tamaños y fealdades, con mucho empapelado florido y lúgubres ambientes, llega una madre con sus dos hijas. Heredaron la propiedad de una tía y creen que allí encontraran la paz. Invadida por personajes siniestros, uno super-obeso y super-cruel, dirigido por otro con aspecto de “bruja andrógina”, ellas padecerán lo indecible. Pero para la chica con condiciones de escritura eso parece ser el comienzo de una novela exitosa, hasta que recibe el llamado de su hermana, que sigue en la casa, ella acude y el horror vuelve a comenzar. Por eso hablamos de plato no apto para estómagos débiles.