Perfectos desconocidos (2018)

Crítica de Emilio Guazzaroni - EL LADO G

Esta remake tiene 96 minutos de duración y si bien no es la mejor película del reconocido director, es ligera y entretenida para ver. La película original tuvo mucho éxito en varias partes del mundo, llegando hasta una obra de teatro en Argentina. La misma la dirigirá Guillermo Francella, también actuará acompañado por Alejandro Awada, Agustina Cherri, Mercedes Funes, Gonzalo Heredia, Peto Menahem, Carlos Portaluppi y Magela Zanotta.

Es luna llena en Madrid y el eclipse de “sangre” comienza a aparecer. Un grupo de amigos cuarentañeros de toda la vida (tres parejas heterosexuales y un soltero) deciden juntarse a comer con la esperanza de hacer algo divertido y no lo mismo de siempre. El elenco está integrado por: Belén Rueda (Eva), Eduard Fernández (Alfonso), Ernesto Alterio (Antonio), Juana Acosta (Ana), Eduardo Noriega (Eduardo), Dafne Fernández (Blanca), Pepón Nieto (Pepe).

En medio de la cena se desata un juego raro. Tienen que dejar los celulares en una ronda y cada mensaje, llamada, o mail deberán leerlo en voz alta. ¿Por qué no? ¿Qué hay que ocultar? Si son amigos y matrimonios donde se cuentan todo, donde reina la transparencia. ¿No? No. Los misterios y secretos empiezan a salir de a poco a la luz, con la luna llena de testigo. Infidelidades, gustos sexuales, confesiones de hartazgo y paternidad/maternidad. Son básicamente los temas que los guionistas decidieron contar para demostrar que cada persona tiene su vida, a pesar de lo que muestre habitualmente hacia el exterior.

La idea central es mofarse tanto de la clase alta, como del machismo y los secretos entre parejas. En reiteradas situaciones los hombres quedan en ridículo por hacerse los ganadores o los “machos”. También utilizan una forma de comedia en la que algunos personajes y el espectador saben lo que pasa realmente. Esto genera suspenso y tensión por lo que pueden descubrir los otros personajes. Las actuaciones ayudan a que el humor tenga un engranaje preciso.

La luna vestida de rojo por un eclipse de sangre genera situaciones sobrenaturales que cambian el rumbo de la película. Podría considerarse parte del género fántasy. Además, como suele gustarle a Álex de la Iglesia, el largometraje se filmó -casi- enteramente en un departamento -aunque la decisión del encierro sea por parte de los personajes-.