Perdidos en Paris

Crítica de Carolina Taffoni - La Capital

Nostalgia y humor físico

Si alguien siente nostalgia por el slapstick (humor físico) de antaño y el candor chaplinesco va encontrar su lugar en el mundo con “Perdidos en París”, la película escrita, dirigida y protagonizada por la dupla de comediantes Dominique Abel y Fiona Gordon, que también son pareja en la vida real. La historia se centra en Fiona, una bibliotecaria de Canadá que llega por primera vez a París para ayudar a su anciana tía Martha, que se niega a ser internada en un geriátrico. La estadía en la capital francesa va a resultar de lo más accidentada: Fiona pierde su equipaje, descubre que su tía ha desaparecido y en el camino se cruza con un vagabundo extravagante que se enamora de ella. Plagada de gags físicos y situaciones absurdas, “Perdidos en París” es un claro homenaje al cine de Jacques Tati, pero no tiene profundidad ni mirada crítica. El guión se queda en la simple comedia de enredos, un tanto reiterativa y poco efectiva a la hora de hacer reír. Para rescatar sólo queda el talento actoral de Abel y Gordon, y los más memoriosos también valorarán las apariciones de Pierre Richard y la genial Emmanuelle Riva (“Hiroshima Mon Amour”), que en esta película hizo su último papel antes de morir.
Carolina Taffoni