Perdida

Crítica de Diego Curubeto - Ámbito Financiero

Atrapa Fincher con un amplio rango de géneros

La última película de David Fincher comienza de manera bastante convencional, con un marido llamando a la policía al ver que su casa está en desorden y que su esposa está desaparecida.

Pronto, lo que podría ser un caso policial empieza a convertirse en un circo mediático, con todas las sospechas puestas sobre el marido, acusado de matar a su idílica esposa para colmo popular por una serie de libros ingenuos de sus padres que la tomaban como personaje cuando era chica-, pero antes de promediar la proyección, lo que se entendía como una mezcla de thriller y sátira social toma un giro imprevisto hacia el psychothriller, género en el que Fincher se especializa gracias a títulos como "Pecados capitales" y "Zodíaco". Finalmente, "Perdida" también puede ser entendida como una de las miradas más ácidas, desquiciadas e implacables desde los tiempos de "La guerra de los Roses".

Para que todo esto tenga lugar en una misma película, hacen falta dos cosas: antes que nada una duración quizá un tanto excesiva de dos horas y media, y una novelista, Gillian Flynn, adaptando su propio libro (privilegio que, como se sabe, tienen pocos escritores en Hollywood). La compleja historia le da la oportunidad al director de lucirse fragmentando el relato en una narración no lineal que va desplegando minuciosamente un asunto demente y políticamente incorrecto como pocos, dotado de un humor negrísimo y de una descarnada descripción social.

Obviamente no es para nada conveniente dar más pistas de lo necesario sobre la evolución del argumento, ya que arruinaría las múltiples sorpresas de la trama que hacia el final se vuelve totalmente imprevisible, dada la naturaleza extraordinaria de lo que se cuenta- pero basta decir que todo está armado en paralelo con las desventuras del marido cada vez más señalado como el principal sospechoso de esa desaparición y probable homicidio, y el diario de la esposa, que puede incluir hechos veraces y otros no tanto.

El elenco es perfecto, empezando por un Ben Affeck que hace de tipo común en medio de una situación que se le va de las manos, y sobre todo de una brillante Rosamund Pike que logra plasmar de un modo único su mezcla de sensualidad y retorcidísima perversión. Los que se roban cada escena donde aparecen son Tyler Perry como el cínico abogado defensor (tiene las líneas más divertidas) y Neil Patrick Harris como un ex novio totalmente chiflado de la protagonista.(este actor de culto protagoniza la que es lejos la mejor y más fuerte escena del film).

"Perdida" pasa por todos los climas, desde el suspenso, el policial negro, la ultraviolencia y la comedia negra, y probablemente la única queja sea su excesiva duración, quizá necesaria para dominar tan amplio rango de estilos, aunque por otro lado 25 minutos menos le hubieran dado un poco más de contundencia.

Como para enervar del todo al espectador entre clima y clima, la música de Trent Reznor y Atticus Ross incluye algunos de los sonidos más perturbadores que se hayan escuchado en la banda de sonido de un film clase A del Hollywood reciente.