Perdida

Crítica de Rodrigo Chavero - El Espectador Avezado

El cine nacional viene experimentando un proceso de expansión a nuevos mercados y es en ese contexto que algunos productos de su cosecha, ganan distribución internacional. Se busca actores conocidos, elencos mixtos (ya sea de latinoamericanos populares o ibéricos), y tramas policiales, en mayor medida.
Son los más fáciles de ubicar. En estás épocas plagadas de series largas en Netflix sobre chicas desaparecidas (cuenten y después me dicen), inaugurada quizás allá hace tiempo por "The Killing" (que en realidad está inspirada en la danesa "Forbydelsen"), se imponen algunos elementos que sí o sí deben estar presentes en toda realización que trabaje este género. Debe tener un clima opresivo. Nada es lo que parece. Tus amigos son tus posibles enemigos.
Y tus pecados de juventud (o adultez) vuelven cuando menos te lo esperás. Lo que descubras nunca es un crimen común, sino forma parte de un plan orquestado encubierto de maravaillas. ¿Posee "Perdida" todos esos elementos?
Sí. Los tiene. Lo cual no significa que logre el voltaje de las producciones anteriores, más que nada porque es un largometraje y el éxito de esas series es que tienen un extenso tiempo para dedicar a la construcción de personajes. Aquí, eso no sucede.
En este opus de Alejandro Montiel ("Un paraíso para los malditos", "Extraños en la noche" y muchos guiones de realizaciones importantes como "Abzurdah"), se busca explorar el poder de las redes delictivas y su impunidad, pero además invita a la reflexión sobre el pasado adolescente y su mirada desde la madurez, con resultados aceptables.
Esta es la historia de Pipa (Luisana Lopilato), una mujer policía cuya vocación se definió cuando en un viaje al sur con una profesora, una compañera y amiga, Cornelia, desapareció.
Cuando Pipa concurre a una misa para recordarla, la mamá de la "perdida" (María Onetto), le pide que reabra la investigación porque sospecha que puede su hija, estar viva. Catorce años más tarde (porque eso pasó entre el hecho y la nueva búsqueda policial), autorizada en la repartición por su jefe (Rafael Spregelburd), Pipa vuelve al escenario y comienza a desandar esa desaparición aplicando al caso lo que ella ahora puede hacer.
Sin anticipar lo que irá descubriendo en esta pesquisa, podemos decir que hay un iceberg debajo, como en la mayoría de los casos de este tipo.
Hay una banda detrás liderada por la convincente actuación de Amaia Salamanca (a quien conocemos de "Gran Hotel" y "Velvet", ámbas españolísimas), quien le hará la vida imposible a Pipa cuando la investigación llegue a su punto sensible. "Perdida", basada en la novela "Cornelia" de Florencia Etcheves, es un buen producto nacional.
Ofrece cierto nivel de producción interesante, hay un elenco competente (Nicolás Forutado, Pedro Casablanc, Oriana Sabatini) y una historia previsible, aunque un poco fría.
Quizás ese sea la mayor debilidad de la propuesta. Tiene todos los elementos para ser un gran policial, pero adolece de cierto clima opresivo, oscuro. Esto es quizás porque estamos acostumbrados a la protagonista conflictuada (el policía que incia en general la búsqueda), vencida por la vida, desalineada, y con temas graves que la acosan. Nada de esto se percibe, actoralmente de Lopilato.
Ella hace un enorme esfuerzo por estar a la altura de su rol y es encomiable su progreso y la curva de aprendizaje positiva que vemos en su tránsito de la comedia al género dramático (ya evidenciada el año pasado con "Los que aman odian"). Sin embargo, esta construcción lleva tiempo y en ese camino estamos.
El resto del elenco acompaña con solvencia pero a pesar de ser una historia realmente sórdida y contener crímenes, traiciones y vueltas de tuerca, no logra traccionar un producto vibrante. Sí, "Perdida" es un paso adelante para la industria sin dudas. Y creo que vendrán muchos productos que tomarán este peldaño como terreno para subir. Se deja ver y a muchos, les va a gustar.