Pequeños secretos

Crítica de Hugo Zapata - Cines Argentinos

Un policial con Denzel Washington, Rami Malek y Jared Leto. ¿Qué puede fallar?

La propuesta genera entusiasmo hasta que recordás que Hollywood atraviesa una de las peores crisis creativas de su historia. Un detective experimentado (Washington) y su compañero novato (Malek) investigan el caso de un asesino serial.

La idea es trillada pero ya sabemos que está todo inventado y siempre pueden surgir diversas maneras de narrar con creatividad un concepto conocido. No es el caso de Pequeños secretos que sobresale por su infame grado de pereza a la hora de abordar el género noir.

Genera indignación que con semejante equipo de actores no hicieran el menor esfuerzo por evadir todos los lugares comunes que tiene la premisa argumental. La película es un robo obsceno de filmes clásicos de los años ´90 que todos conocemos de memoria y vimos infinidades de veces. De hecho, ni siquiera puedo citarlos porque le arruinaría el visionado a quienes tengan ganas de conocer este estreno.

Si menciono uno de los títulos van a sacar enseguida el destino final al que llega la historia.

Una frustración enorme porque la dupla que forman Washington y Malek es realmente muy buena, el problema es que los reunieron en la producción equivocada.

No se puede decir lo mismo de Jared Leto, quien vuelve a caer en una de sus interpretaciones desconcertantes.

Sabemos que tiene talento y puede actuar y a veces sobresale con muy buenos trabajos, como los que ofreció como en Réquiem por un sueño o Dallas Buyers Club. Sin embargo, en ocasiones también derrapa con sobreactuaciones, como la que brindó con el Joker en Escuadrón suicida o el marginal que encarna en esta propuesta que se pasa de freak.

Un trabajo donde parecería que intentó canalizar los personajes alocados de Nicolas Cage y no funcionó. Leto llama demasiado la atención con sus expresiones exageradas, que encima es parte de un argumento malo.

No obstante, más desconcertante todavía resulta la gente que lo elogia por hacer estas cosas. La dirección corrió por cuenta de John Lee Hancock, quien hace poco hizo un film decente para Netflix, como fue The Highwaymen, con Kevin Costner y Woody Harrelson.

Lamentablemente el guión que concibió para Pequeño secretos es muy pobre y se siente un refrito de propuestas conocidas del pasado. Hasta cualquier episodio de La Ley y el Orden tiene más profundidad.

Pese a todo, es justo mencionar también que hay dos características positivas que merecen ser resaltadas. En primer lugar la labor de Washington, quien se desempeña como un remador olímpico y logra hacer llevadera la película con su interpretación.

Si llegás hasta el final sin quedarte dormido es por él y la energía que le pone a su labor dentro de un proyecto donde el argumento no lo ayuda en absoluto.

Por otra parte sobresale la fotografía de John Schwartzman, quien le otorgo a la obra una estética pulp y noir muy atractiva, que por momentos remite a los típicos cómics de Greg Rucka.

No hay mucho más para destacar. Tiene un primer acto decente con la presentación de los personajes principales y luego cae en el tedio absoluto al no proponer nade interesante con la premisa argumental. Dentro del género en la actualidad se pueden encontrar series de televisión mucho más elaboradas.