Pensé que iba a haber fiesta

Crítica de Fernando Iannantuono - Cine crítico

Cuestión de amigas

En un ambiente pasivo y contemplativo se cuenta está simple historia sobre dos íntimas amigas donde una se enamora del ex-esposo de la otra. Una trama bastante cuidada que lamentablemente debido a una visión demasiado evasiva al conflicto, no logra convencer del todo. A pesar de tener una puesta en escena muy precisa y conseguir un gran nivel actoral, la excesiva cantidad situaciones o sub-tramas prescindibles impiden generar emoción volviendo a la película totalmente insípida.
Tal vez lo más llamativo y logrado de "Pensé que iba a haber fiesta" es que singularmente no hay una sola escena fallida. Cada instancia a través de su propio tiempo y naturalidad encuentra un realismo asombroso. Siempre es muy atractivo cuando al espectador todo le parece familiar, como si hubiera pasado por situaciones similares o si tuviera conocidos idénticos a los personajes. Sin embargo, el problema proviene especialmente de como se entrelazan los distintos momentos. Principalmente la falla se vuelve casi evidente cuando se introducen circunstancias aisladas como la presencia de un jardinero cuya única justificación sería la premonitoria separación con su socio o la adicción de un familiar a la cocaína. Son escenas como estas que al no lograr unirse satisfactoriamente con la trama principal, distraen e irritan al espectador por la ineludible conclusión de ser momentos absolutamente absurdos.

No obstante, la verdadera razón por la cual la película no funciona se debe a la falta de un fuerte conflicto principal. Una reflexión simplista podría decir que al no plantearse códigos de amistad el triángulo amoroso no existe, que tal vez la relación entre las amigas no logra definirse como demasiado profunda o incluso que la nueva pareja tampoco está realmente enamorada. En otras palabras podría afirmarse que la película carece de riesgo o tensión. A pesar de que las escenas funcionen de manera propia, las mismas no poseen el contexto necesario para hacerlas emocionantes. Habiendo dicho esto, es claro que el error fatal de la película fue haber separado inicialmente a las protagonistas. Es imposible tener un fuerte conflicto sobre la lealtad o traición entre amigas cuando hay muy pocas escenas donde se demuestren el supuesto cariño que se tienen.