Pegar la vuelta

Crítica de Matias Seoane - Alta Peli

Ella era apenas mayor de edad cuando dejó en Villa Devoto a su familia de músicos para seguir su sueño de dedicarse al blues nada menos que en Chicago, ciudad emblemática para el género como pocas. Sin dinero ni conocer el idioma pero por sobre todo con la creencia de que sólo una vida dura forja al blues, sacrificó comodidades para hacerse con esfuerzo su lugar en una escena donde difícilmente se pueda arrancar de más atrás que siendo mujer, joven, blanca e inmigrante.

El haber encontrado su lugar y estar llevando adelante una vida parecida a la primera vez que se subió al avión no implica que no lamente algunos de los sacrificios que tuvo que hacer, principalmente el no poder estar con su familia durante algunos momentos duros porque hasta no regularizar su situación legal, salir del país podía significar deshacer todo lo que había logrado en los años anteriores con tanto esfuerzo. Casi veinte años después y con la libertad de poder viajar cuando lo desee, finalmente puede dar lugar a la nostalgia por los orígenes y pegar la vuelta cada vez que extrañe demasiado comer las empanadas de la madre o ponerse a improvisar un blues con los amigos que dejó atrás, sea en un escenario o simplemente en una esquina del barrio.

El documental es básicamente una entrevista a la guitarrista con fragmentos de shows en vivo y breves apariciones de otros músicos del ambiente, todo editado con bastante agilidad como para no aburrir al público general pero sin la profundidad que quizás podrán esperar los fanáticos del género, algo que resultará necesario porque los participantes invitados no suelen ser presentados al entrar en escena y hay que reconocerlo: aunque sus nombres generalmente suenan familiares como emblemas del rock nacional, no tanta gente identifica fácilmente los rostros de personas como “Sarcofago” Cano, Miguel “Botafogo” o Lito Epumer. La vida de Maria Luz pero más que nada su forma particular de relatarla es lo que vuelve más interesante al documental y no hace falta conocerla para que su carisma logre conectar rápidamente con nosotros mientras cuenta con naturalidad y desenfado algunas historias que causan gracia, pero que si que hacemos un poco de análisis queda claro que con un cambio de tono no muy grande podrían ser fácilmente material para un drama.

Conclusión:
Suele pasar que el interés que uno tenga por el tema que toca un documental determine que tanto puede disfrutarlo y aunque claramente Pegar la Vuelta es uno de esos casos, la particular soltura de Maria Luz al contar su vida puede llegar a resultar interesante hasta para quien no comparte su gusto por el blues.