Pavarotti

Crítica de Gimena Meilinger - Cuatro Bastardos

Pavarotti: La vida es un carnaval.
El nuevo documental sobre Luciano Pavarotti, dirigido por Ron Howard, explora la ecléctica personalidad del tenor más conocido de la historia.
Una voz sobresaliente, una capacidad para llegar a notas imposibles y una presencia en el escenario que nadie poseía. Eso fue Pavarotti, y más. Creció en una casa de 2 habitaciones cerca de Módena, y hasta la adolescencia quería ser arquero de fútbol o panadero de su padre. Jamás estudió en un conservatorio ni aprendió a leer música.
Producido por el mismo equipo de otros musicales de Ron Howard como The Beatles: Eight days a week (2016) y Made in America (2013), Pavarotti (2019) muestra los logros del tenor más famoso, pero también sus sacrificios y batallas.
El equipo de Ron Howard reunió valiosos testimonios que fueron desde Bono hasta Plácido Domingo, José Carreras o Zubin Mehta. Además, aparece Nicoletta Mantovani, la mujer 34 años menor que él con la que se casó en 2003, y tuvo una hija, Alice. Es ahí donde emerge una faceta desconocida por todos, la del mujeriego que nada tenía que ver con los 30 años de padre de familia del norte de Italia. Una de las hijas de su 1° matrimonio testifica que su padre “jamás planificaba nada en la vida”.
Después de un breve relato de su infancia, se escucha al propio Pavarotti describiendo su amor a primera vista con, la que luego fue su primera esposa, Adua Veroni. Tuvieron 3 hijas. Y Adua le financió el comienzo de su carrera profesional en los ´60. La bondad, la generosidad y la compasión eran elementos básicos de la personalidad de Pavarotti, pero los cansadores viajes y la disciplina que debía llevar, fueron arruinando su familia.
En el documental se cuentan algunos secretos de su personalidad como el pánico escénico que sólo sorteaba usando el pañuelo blanco a modo de amuleto. O las desorbitantes contribuciones a la caridad.
En contraposición con los típicos cantantes de clásico, Pavarotti se conectaba mucho con su público. Tal es así que mucha gente lo conoció realmente cuando en 1995 grabó “Miss Sarajevo” con U2. En palabras de Bono: “La razón de su grandeza es que él vivía a través de sus canciones. Los errores que comete, las esperanzas, los deseos, todo finalmente se expresa en sus presentaciones en vivo”.
Ron Howard es un director que ha llevado a ficción vidas de matemáticos (Una mente brillante, 2001), boxeadores (Cinderella man, 2005) y pilotos de autos (Rush: pasión y gloria, 2013). Pavarotti (2019) es el 3° documental musical que filma, después de Made in America (2013), sobre el rapero Jay-Z y The Beatles: Eight Days a Week-the Touring Years (2016).
Ron Howard no entiende mucho de ópera, ni nunca vio actuar en vivo a Luciano Pavarotti, pero enseguida vio el potencial de la vida personal y profesional del tenor. En la película se enfoca en la historia de Pavarotti (1935 – 2007), desde su infancia hasta su fama mundial, y cómo su renombre fue alterado su vida privada.
La película es respetuosa y está dirigida a un público que puede no estar familiarizado con la ópera. Se ven grabaciones caseras inéditas y entrevistas a familiares, amigos, colegas. No hay nada innovador en el documental, no es para nada incisivo en cuanto a su personalidad ni su carrera. Si nunca se vio nada del tenor, ésta es una buena oportunidad. Muy bien realizado no aburre en lo absoluto.