Patrick

Crítica de Lucas Rodriguez - Cinescondite

Patrick comienza como una entretenida y modesta película de horror psicológico, para terminar en un esperpento clase B que hasta le daría escozor al canal SyFy transmitir en un fin de semana sin mucha actividad.

La trama, levantada de la original del año 1978 de un pequeño clásico australiano, tiene lugar en una aislada clínica psiquiátrica, donde una esbelta enfermera -Sharni Vinson, la heroína total de You're Next- se propone hacer una residencia médica. Un paciente llama su atención sobremanera, el joven comatoso Patrick -Jackson Gallagher- quien tiene una musculatura agraciada para un paciente postrado y tiene el mal hábito -entre otros mucho peores- de escupir para comunicarse, cual código Morse con saliva. Poco a poco, la curiosidad de la joven Kathy la irá envolviendo en un ambiente enrarecido y siniestro, en el cual Patrick es amo y señor.

No hay problema alguno en traer de vuelta un clásico que en su momento debe haber funcionado. Lo que de ninguna manera funciona, por más loable secundario que se traiga a colación -el frívolo Charles Dance, la aún más gélida Rachel Griffiths-, son las ideas o giros argumentales en este siglo. Con la llegada de nuevas tecnologías, lo que antes era interesante ahora es paupérrimo y ciertas vueltas de tuerca colisionan duramente con la realidad que propone el film de Mark Hartley. No hay manera de subsanar una primera mitad que propone un juego psicológico de sobresaltos bien desperdigados y personajes con cierta ligereza -la enfermera Williams, un gran acierto y una gran caracterización de Peta Sergeant- para una segunda mitad abundante en efectos sangrientos de bajo presupuesto que harían orgullosa a la productora underground Asylum.

Tener una locación tétrica, un elenco con muchas ganas de complacer y una trama medianamente llevadera parece que no sirve de nada cuando el guión tambalea tanto como lo hace el de Patrick. Es muy difícil recomendar una propuesta que en verdad bastardea al género del que proviene, así que en este caso, dejen descansar al comatoso muchacho en las salas de cine y si algún día están aburridos, encuéntrenla -con algo de suerte- en SyFy.