Paterson

Crítica de Eliana Moyano - Estrelladas TV

La vida es un poema, o lo cotidiano también es poesía.

Adam Driver, compone a un chofer de colectivos en Paterson, Nueva Jersey. Él casualmente lleva el apellido de su ciudad. O en realidad no es tan casual ya que mucho en la peli está duplicado. Paterson es además el poema de un autor que él admira, William Carlos Williams, un médico que de noche era poeta y que también vivió en Paterson.

La película tiene una estructura particular, no hay un inicio, nudo y desenlace convencional. Es cíclica con variantes. Algo así como la estructura de la poesía de WCW, el pie variable que creo para ser desestructurado dentro de su propia estructura. Así transcurre la película y la poesía de su protagonista, que escribe sobre cosas/objetos como una caja de fósforos.

Su director, Jim Jarmusch, introduce dos personajes austeros, un colectivero/poeta: Paterson y su mujer (Golshifteh Farahani), una ama de casa entusiasmada con tener su tienda de cupcakes, tocar la guitarra y una obsesión por decorar la casa, y rediseñar ropa con el mismo estilo de pinceladas. Ambos con sus tonos monótonos, su hablar pausado y un perro, Marvin, con mucho protagonismo.

El film no es para ansiosos, sucede muy lento, muy repetitivo y no pasa nada… Pensamos que van a pasar ciertas cosas, por indicios, o situaciones y no, no pasan. Es como la poesía, no es para todos.