Paterson

Crítica de Diego Curubeto - Ámbito Financiero

“Paterson”, poesía y viajes en bus con Jarmusch

Paterson es el nombre del pueblo en New Jersey donde vivieron los poetas William Carlos Williams y Allen Ginsberg, y también el comediante Lou Costello. Y Paterson también es el nombre del protagonista del último film de Jim Jarmusch, que describe la vida de este chofer de micro y poeta a lo largo de una semana que, en principio, parece no tener modificaciones importantes día tras día, aunque a medida que se acerca el fin de semana las cosas van tomando otro rumbo.

El film es un ejercicio de minimalismo que se relaciona con una de las mejores películas de Jarmusch, "Mistery Train", en la que varias historias se interconectaban en la ciudad de Memphis. Claro, Memphis es la ciudad por excelencia del rock y del soul, y por eso el film tenía otro ritmo. En Paterson el tema es la poesía, y Jarmusch lleva al espectador a una comedia del absurdo reposada, y por momentos divertida. También es un tour de force narrativo, ya que el director plantea un lunes preocupante por lo poco que pasa en la pantalla, para luego atraparnos con las mínimas variaciones de diálogos entre distintos pasajeros del bus, o de los diferentes parroquianos del bar donde Paterson va todas las noches con su bulldog, personaje esencial en la trama, que además actúa casi tan bien como Adam Driver, el colectivero poeta.