Parker

Crítica de Diego Curubeto - Ámbito Financiero

Policial negro con convincente Statham

Aunque es más conocido por dramas como Reto al destino, o Ray, Taylor Hackford en realidad puede moverse en todos los géneros, como el fantástico (en El abogado del diablo y Dolores Claiborne) y el policial, con la remake de Out of the past de Jacques Tourneur, Against all odds y la sangrienta descripción del submundo carcelario Sangre por sangre . En Parker, Hackford retoma la larga lista de adaptaciones de novelas negras de Richard Stark sobre un delincuente que siempre es dado por muerto por sus traicioneros cómplices y vuelve para cobrar su deuda, tal como lo hizo Lee Marvin en A quemarropa y Mel Gibson en Payback.

Statham le da a Parker un tono levemente humanista justo desde la presentación de su personaje, un asaltante disfrazado de cura que roba un millón de dólares de la caja de la feria estatal de Ohio. Es un criminal con principios, por ejemplo el de no lastimar a nadie que no lo merezca y lastimar muchísimo a los que sí lo merecen, lo que a lo largo de la película pone en práctica muchas veces.

Parker es una película policial con una primera media hora a toda tensión, y luego se toma un tiempo para describir otro tipo de personajes como el de Jennifer Lopez (en una brillante y sorprendente actuación) como una mujer quebrada y fracasada que haría cualquier cosa por cobrar una suculenta comisión de las mansiones de Palm Beach que se muestran y nunca se venden, y que se da euenta de que ese supuesto millonario texano no quiere comprar ninguna mansión sino ubicar una en especial donde vive un tipo tan sospechoso como él. Así la trama mezcla a una paracaidista en medio de un asunto de verdaderos mafiosos, lo que puede traer consecuencias imprevisibles.

Hackford no se mide en cuestiones violentas, dándole a su película las explosiones sangrientas que debe tener toda adaptación de Stark. Toda la película parece un intento por volver al estilo de policiales duros que justamente solían protagonzar actores como Lee Marvin, y en su caracterización de Parker, Statham hace uno de los mejores papeles de su carrera de cine de superacción. El protagonista se maneja muy bien tanto en las escenas en que debe reventarle la cabeza a un asesino con la tapa de mármol del tanque del inodoro o cuando debe hablarle suavemente al guardia con ataque de pánico del lugar que está asaltando (una escena antológica). La película, con todos sus logros, no mantiene siempre el mismo ritmo y la tensión del principio, pero es algo para ver sí o sí si se es fan del policial negro. Y además, incluye un par de papeles secundarios a cargo de dos figuras gloriosas, Nick Nolte y Patti Lupone.