Papirosen

Crítica de Hugo Fernando Sánchez - Tiempo Argentino

Retrato de una familia para armar

El director Gastón Solnicki armó un documental donde presenta la historia de sus padres y abuelos, abarcando el horror del exterminio nazi en la Segunda Guerra Mundial y más de 200 horas de filmaciones caseras.

La voz en off de una anciana judía contando dolorosamente sus vivencias en Polonia durante la Segunda Guerra Mundial sobre las imágenes de un paisaje blanco de un centro de esquí, y al final su hijo con su bisnieto en el mismo lugar, en una relación increíblemente afectuosa que permite al hombre contarle al niño que su padre se murió de tristeza, que sí, hay gente que se muere de tristeza. Y en el medio, cuatro generaciones retratadas con rigor, impudicia, humor, ferocidad y a la vez, mucho amor y comprensión.
A partir de más de 200 horas de home-movies familiares, once años de una camarita encendida en cumpleaños, Bar Mitzvah, viajes a Miami, separaciones, visitas al médico, discusiones por plata, por vanalidades y por el pasado, Gastón Solnicki traza un retrato fantástico de su familia, un recorrido desde el exterminio nazi de muchos de sus integrantes a la situación acomodada en Argentina.
La columna del relato se centra en la abuela del director, pero el planteo inicial se desbanda en una especie de caos cinematográfico controlado, donde la atención se concentra alternativamente en su propio padre, que parece sostener todos los conflictos familiares sobre sus hombros –en un momento se lo muestra encorvado y luego visitando a un traumatólogo–. La narración después se traslada a su hermana en pleno proceso de separación, salta a filmaciones caseras del clan en los bosques de Palermo hace varias décadas y continúa con una pelea sobre el valor de la palabra empeñada entre el miembro más chico de la familia y su padre.
Así de impúdica es Papirosen, ganadora de la Competencia Argentina del BAFICI 2012, y así de valiente es la película de Solnicki, que tuvo que elegir en la mesa de edición qué contar y cómo. El resultado es un fresco extraordinario, visceral y honesto sobre la identidad, sobre su propia historia.