Pantera negra

Crítica de Yaki Nozdrin - Visión del cine

En su intento por abrir camino a nuevos superhéroes -fuera de los conocidos Iron Man, Thor y Capitán América-, el denominado Universo Cinematográfico de Marvel (UCM) apuesta ahora por Pantera Negra, el primer superhéroe negro de la franquicia.
Tras casi una veintena de películas en su haber, Marvel decidió dejar a los superhéroes tradicionales de lado -los cuales por algún motivo siempre son blancos, heterosexuales y, obviamente, estadounidenses- y llevar a la pantalla grande a Pantera Negra, personaje que ya había sido presentado hace dos años en Capitán América: Civil War. Con una intención de dar más lugar a la diversidad -aunque se podría discutir qué tan real es esta nueva actitud adoptada tanto por Marvel como por Hollywood- este proyecto a cargo del cineasta Ryan Coogler (Creed) cuenta con un elenco conformado casi en su totalidad por afroamericanos.

La película nos lleva a Wakanda, una nación ficticia ubicada en el continente africano. Debido a que el lugar se encuentra oculto a los ojos de la humanidad, el país se muestra ajeno a las constantes amenazas que se viven en el mundo externo. Además, los múltiples avances tecnológicos -los cuales se deben a las altas reservas del supermineral vibranio-, generan un fuerte paralelismo con el estilo de vida que llevan las tradicionales tribus que habitan el lugar. Es por eso que Wakanda es un lugar tan campestre como futurista.

Tras la muerte del rey T’Chak -quien falleció durante el atentado terrorista perpetrado por Zemo (villano de Capitán América…)-, su hijo T’Challa (Chadwick Boseman) deberá asumir como nuevo líder de Wakanda. En un principio, la amenaza principal de Pantera Negra será Ulysses Klaue (Andy Serkis), un contrabandista de vibranio. Con el correr de los minutos, un nuevo personaje ocupará el lugar de villano principal: Killmonger (Michael B. Jordan), un misterioso personaje que hará todo lo posible para destruir al héroe y quedar al mando del país.

A pesar de las constantes luchas feministas, el machismo continúa presente en casi todos lados: entre ellos el mundo de los superhéroes. La mayoría de los personajes principales tanto de Marvel como de DC son hombres. De hecho, todas las películas que adaptó hasta el momento el UCM son protagonizadas por hombres. Los personajes femeninos suelen ocupar un lugar completamente secundario, donde no son más que un mero objeto. Pantera Negra decidió, para bien, dar un cambio a esta imagen tan retrógrada.

Si bien Pantera Negra está protagonizada por un hombre, la principal fortaleza de la película es la participación de los personajes femeninos. Lejos de caer en los típicos clichés donde las mujeres son débiles y necesitan ser rescatadas, ellas le harán frente a cada amenaza que se presente. Personajes como Ayo (Florence Kasumba), Nakia (Lupita Nyong’o) y su hermana Shuri (Letitia Wright), son los que realmente se adueñan de la pantalla. Ellas dejan en claro que no son un simple adorno o una cara bonita.

Otro punto en el que se diferencia esta película de las anteriores que venía realizando Marvel es en el no uso de la comedia. Tras el éxito que tuvo Guardianes de la Galaxia, el UCM decidió utilizar el humor en sus nuevas adaptaciones. Guardianes de la Galaxia 2, Spider-Man: de regreso a casa y Thor: Ragnarok, contaban insistentemente con escenas que pretendían ser graciosas, aunque resultaban más tediosas que otra cosa.

Pantera Negra muestra un tono más serio y maduro. La película no está atestada de escenas de acción ni tampoco de comedia. Lo importante es el desarrollo de cada personaje. Tanto el protagonista como el villano y, también, los personajes secundarios, tienen un motivo para ser cómo son. Se ocupa el tiempo necesario para desarrollar a cada uno de ellos, ya que ninguno importa más que el resto.