Pantera negra

Crítica de Diego Alvarez - Cuatro Bastardos

Pantera Negra: El Rey ha muerto…….¡VIVA EL REY!
Llega la realeza al MCU, con una historia que más que origen, sería de regreso triunfal.
Luego de hacer una entrada triunfal en “Captain America: Civil War (2016)”, Pantera Negra debía recibir su película en solitario, porque se lo merecía y porque necesitábamos saber más sobre uno de los personajes más importantes del Mundo Marvel. Claramente, el neófito no sabe quién es T’Challa ni la ciudad africana ficticia de Wakanda, creaciones de los geniales Stan Lee y Jack Kirby; pero esto tampoco deja que no se disfrute de un personaje con tantos matices como el soberano wakandiano.
Haciendo un poco de historia, Pantera Negra (Black Panther) es algo así como ese personaje púrpura de las viejas historietas, llamado El Fantasma: el manto de la Pantera va pasando de generación en generación, de monarca a monarca, no solo por protección y heroísmo hacía su gente, sino también para proteger el material que alguna vez en el pasado cayó en forma de meteorito y es el recurso más preciado por el mundo y de Wakanda, con el que también esta construido el escudo de Steve Rogers: el Vibranium. Este material es el principal recurso energético de los wakandianos y así se han mantenido no solo al margen de los problemas del resto del mundo, sino han avanzado como ningún otro.
Volviendo al film, el director Ryan Coogler logra plasmar la historia de origen de Wakanda, el legado de Pantera Negra y su relación con el mundo de una manera magistral en los primeros minutos, sin necesidad de contar una historia propiamente dicha de “origen”, sino que cuenta con la tecnología wakandiana para hacerlo (cuando vean la peli se darán cuenta de qué hablo), y así introducirnos de lleno en la acción…y el drama en la década del 90; cuando el Rey T’Chaka debió detener a su hermano por las ideas radicales que quería imponer como espía en Estados Unidos, y de ahí, al mundo.
En Pantera Negra, Coogler no solo habla de la historia de un nuevo superhéroe, habla de la segregación racial, de como los afroamericanos sufrieron una y otra vez a través de los tiempos. El realizador hace una reivindicación de las generaciones pasadas africanas, de sus ancestros, a partir de este personaje que, obviamente, Marvel había creado allí por la década del 60 y fue el primer superhéroe negro, irónicamente, meses antes que el grupo reaccionario “Pantera Negra” sea creado.
Y en esta historia Ulysses Klaue (Andy Serkis) reaparece para sembrar el caos junto a un nuevo enemigo: Erik Stevens, de quién poco se sabe pero en una sola aparición tanto T’Challa como nosotros sabremos de lo que es capaz. Gracias a los dioses, el monarca recibe la ayuda del agente de la CIA Everett K. Ross (Martin Freeman), quien actúa no solo de apoyo logístico informando que Stevens es un antiguo comando especial entrenado para derrocar gobiernos, sino como un aliado fiel a Pantera Negra.
Pero luego de varios dimes y diretes, Erik “Killmonger” Stevens logra enfrentarse a T’Challa reclamando el trono y logra derrotarlo. Para volver a reinar, el joven rey no solo deberá enfrentar sus incertidumbres, sino también deberá confiar en sus compañeros cercanos, varias tribus de las que no tiene el visto bueno y, principalmente, de su madre y hermana.
Pantera Negra es un deleite visual de principio a fin, desde el aspecto técnico hasta la banda sonora llena de acordes y sonidos africanos que seguro nos remiten al “Rey León (The Lion King, 1994)”, pasando por los coloridos vestuarios y la tecnología wakandiana a base del Vibranium (toda una novedad luego de ver miles de veces la “tecnología Stark”). Incluso el realizador tiene tiempo para homenajear una de las clásicas escenas del film “Cat People (1982)”.
Chadwick Boseman nació para ser T’Challa (a esta altura quien le puede cuestionar a Marvel algo sobre el cast), Angela Bassett es soberbia como la matriarca, Lupita Nyong’o bella y letal, pero una de las sorpresas será seguramente Letitia Wright como Shuri, la hermana de T’Challa, un hallazgo increíble que le da frescura al MCU por su carisma y su humor (el cual es muy poco y en justa medida). Qué decir de Michael B. Jordan, seguro que no mucho más, pero con Killmonger se destaca entre uno de los villanos más tridimensionales del Universo Marvel, desde mi punto de vista.
Muy poco más para decir sobre Pantera Negra, quizás se alargue un poco al principio del tercer acto, pero aún así es disfrutable y de visión obligatoria para el seguidor fiel del Universo Cinemático Marvel. Y, aunque es seguidor fiel, hay que recordarle que se tiene que quedar tras los créditos finales ya que hay 2 ESCENAS ADICIONALES.