Pájaros volando

Crítica de Jorge Bernárdez - Subjetiva

Comedia fumeta

El cine marihuano no tiene mucha historia en nuestro país y acaso Pájaros volando sea una película destinada a abrir ese camino.

José (Diego Capusoto) y Miguel (Luis Luque) son primos y fueron estrellas de rock, bueno en realidad pegaron con un hit en los ochenta y eso no les alcanzó ni para ser Miguel Mateos. Hoy, José atiende el teléfono en una remisería, vive con el padre que es tanguero y sale con chicas que tienen menos edad que José. Miguel está en Córdoba en un poblado entre hippie y esotérico, vendiendo muñequitos de extraterrestres y esperando que los extraterrestres se lo lleven de viaje.

En el comienzo se ve la miserable vida de José que sigue con una banda de rock tocando en boliches de mala muerte por lo que cuando es convocado por su primo para que vaya a Córdoba con él, luego de una noche particularmente desastrosa, José acepta el convite y se va en busca de los extraterrestres.

Las películas de culto se toman o se dejan, no hay nada que uno pueda decir que penetre la caparazón del fanático que es incapaz de encontrar una falla en el objeto a adorar. Pájaros volando es para fanáticos del ¿género? marihuano, y de Capusotto. Los fanáticos de ambas cosas estarán de parabienes.

Los cameos que se han contado ya por todos lados, la participación de Victor Hugo Morales, los efectos digitales berretas, las citas a distintas películas de culto, que a veces funcionan y a veces no, son un regalo para los espectadores. No hay mucho más para decir, solo resta tomar el morral y entrar en el juego.