Paisajes devorados

Crítica de Isabel Croce - La Prensa

A la búsqueda de un personaje

El hacedor de películas inolvidables como ‘Hombre mirando al sudeste’ y ‘El lado oscuro del corazón’ elige al legendario Fernando Birri y a tres jóvenes -Juan Manuel López Baio, Juan Marcelo Rodrigo Martínez y Araceli Sangronis- para ubicarlos dentro de un falso documental. Se habla mucho de cine, de la vida, de su significación, de la necesidad de filmar, de esa constante de modifIcar el tiempo y engañar la muerte, como decía Adolfo Bioy Casares.

El director de películas inolvidables como ‘Hombre mirando al sudeste’, ‘El lado oscuro del corazón’, Eliseo Subiela elige al legendario Fernando Birri y a tres jóvenes -Juan Manuel López Baio, Juan Marcelo Rodrigo Martínez y Araceli Sangronis- para ubicarlos dentro de un falso documental.

Los jóvenes van a un neuropsiquiátrico, con la intención de encontrar un personaje para su documental y Remoro Barroso (Fernando Birri), uno de los internos, que habría sido director de cine, parece reunir todas las condiciones para lo que buscan. Mientras tiene lugar la filmación, el hombre se gana la simpatía de los muchachos, especialmente de la chica.

Poco después cuando los estudiantes descubren a través de una búsqueda en Internet, que Remoro, podría ser un tal Mario Gerding -cuyas fotos en unos recortes de diario que aparecen en la web, son iguales a él-, que filmó en los ’60 y participó como ayudante de importantes directores, tuvo una misteriosa muerte en su pasado y una vida familiar complicada, la película pareciera abrir nuevas perspectivas, sin embargo se mantiene en la misma línea.

JUEGOS DEL TIEMPO
En ‘Paisajes devorados’ se habla mucho de cine, de la vida, de su significación, de la necesidad de filmar, de esa constante de modifIcar el tiempo y engañar la muerte, como decía Adolfo Bioy Casares. El problema es que la frescura que suponíamos en una historia de estas características, se ve inundada de citas, elucubraciones sobre la vida y el arte, pero no de una forma coloquial sino bastante artificiosa y levemente dogmática.

Algunas imágenes filmadas en el hospital Borda adquieren cierto poder de sugestión y recuerdan escenas de ‘Hombre mirando el sudeste’. También se incorporan personajes conocidos en el ambiente cinematográfico como en un pequeño cameo, Marcela Cassinelli, la mujer del recientemente fallecido director de la Fundación de la Cinemateca Argentina, Guillermo Fernández Jurado, como la esposa del misterioso Remoro Barroso (Fernando Birri).

También la mencionada Fundación Cinemateca fue elegida como locación de esta película, que no alcanza a convertirse en un filme logrado. Eso sí, la grata presencia de una personalidad del cine independiente, como es el director de ‘Tire dié’ (1960), Fernando Birri, en el papel de Remoro Barroso, logra atraer al espectador con su decir picaresco y su presencia patriarcal.