Pacto criminal

Crítica de Fernando Casals - Revista Meta

BUEN MUCHACHITO

Pasillos, escritorios, estacionamientos y callejones lluviosos son los lugares donde el director Scott Cooper sitúa a los (muchos) personajes de “Pacto Criminal”. Todo contado con cierto desapego y lejos de componer un retrato psicologico con alguna profundidad de estas mentes criminales y corruptas.
“Pero está Johnny Depp!” dirá mi tia, bueno, esta vez no alcanza, ni con los kilos de maquillaje de siempre. Lo que en principio parece una copia de calidad en tono y estilo de “Buenos Muchachos” (Goodfellas, 1990) se termina confirmando en una escena en la que Depp amenaza/bromea a un confundido interlocutor, idéntica en intención a la escena clásica del film de Scorsese entre Joe Pesci y Ray Liotta.
La historia de “Whitey” Bulger puede ser fascinante para un documental, la dramatización en este caso, se quedó navegando entre el aburrimiento y la solemnidad.