Otro entre otros

Crítica de Diego Lerer - Clarín

Minoría en minoría

El documental se centra en jóvenes gays de la comunidad judía.

Las historias de vida de cuatro personas homosexuales, miembros de la colectividad judía argentina, es lo que cuenta Otro entre otros , emotivo documental de Maximiliano Pelosi que, de manera simple y hasta cándida, narra el pasado y el presente de sus protagonistas: sus relaciones familiares, con sus amigos, el descubrimiento de su sexualidad, el rechazo que sufrieron por parte de la colectividad y, luego, los distintos caminos que fueron tomando en su vida adulta.

La película consiste, básicamente, en entrevistas a los protagonistas, a algunos amigos de ellos, a un familiar y a un rabino, combinado con muchas fotografías. Simple, si se quiere rudimentario, y con un formato más apto para su paso por la televisión que para una sala de cine, Otro entre otros se las arregla, sin embargo, para emocionar al espectador a base de esos testimonios por momentos conmovedores.

Las historias tienen cierto parecido entre sí y dan cuenta de una relación con la comunidad judía que no es tan diferente de lo que podría serlo con la sociedad en general, yendo de las primeras dudas sexuales al rechazo de los padres, la soledad en el colegio, las cargadas de los compañeros, hasta finalmente poder hablar del tema con padres y amigos con las distintas reacciones de cada caso (una de ellas es muy dramática).

El filme se centrará luego en los intentos de crear un espacio y una organización judía gay en la Argentina (la JAG) y en las dificultades que tuvieron para ser tomados en cuenta (y en serio) por el resto de las instituciones de la colectividad. El filme no habla específicamente de judíos religiosos. En general, los protagonistas provienen de familias en mayor o menor medida observantes y practicantes, cuyo rechazo a la sexualidad de sus hijos parece tener que ver más con cuestiones generacionales que específicamente religiosas (de hecho, ninguna de las grandes religiones organizadas acepta la homosexualidad).

Lo que la película no logra transmitir es por qué los cuatro protagonistas deciden seguir formando parte activa de una colectividad que los rechaza, cuando la asimilación podría ser una opción ante la constante desidia y hasta maltrato. Pero, más allá de la película, uno sabe que a cuestiones de identidad es muy difícil renunciar.

Un tema clave del filme es la doble dificultad de ser una minoría dentro de una minoría, y la bronca de los protagonistas por saberse parte de una religión perseguida y darse cuenta de que, igualmente, pueden sentirse oprimidos y perseguidos dentro de ella.

Ese “otro entre otros” termina siendo el mismo espectador: una extraña ecuación matemática que parecería revelar, finalmente, que esa otredad es la que finalmente nos revela como seres únicos.