Otro corazón

Crítica de Diego Serlin - Todo lo ve

Sin latidos

Con un elenco de grandes figuras y un tema interesante para abordar, Otro corazón palpitaba ser una película con grandes actuaciones y una historia conmovedora, donde un hombre debía afrontar la complicada situación de su padre, que precisa de un corazón nuevo, mientras espera el nacimiento de su primer hijo.

Así es como Leo (Mariano Torre), a la espera de su primer hijo con María (Elena Roger), se entera que su padre necesita urgente un transplante de corazón. Desesperado, toma las riendas de la situación llevándolo a vivir a su casa y haciéndose cargo de la financiera familiar mientras busca la forma más rápida de conseguir el corazón. La obsesión por salvar al padre lo aleja de su paternidad y su futuro, algo que una galería de personajes interpretados por Fabián Gianola, Betiana Blum, Lito Cruz, Pepe Novoa, Patricia Sosa, Beatriz Spelzini, Carlos Moreno y Adriana Aizemberg, entre otros, le harán reflexionar.

Pero los fuertes latidos que dan comienzo al film se irán apagando, como el relato de esta historia que parece desaprovechar tanto talento junto. Con una escueta y recargada secuencia de títulos, que excede la capacidad de retención de cualquier espectador promedio, se presentan los personajes y sus vínculos, dando comienzo a un relato despojado de situaciones interesantes, otras inverosímiles y con una banda sonora que invade todo tiempo y espacio.

En este punto, es preciso diferenciar las buenas canciones y sus intérpretes de su función en el relato. Muchas veces un silencio tiene mas poder dramático en la escena, si el plano la acompaña, que una música elegida para suplir algo que la imágen no genera.

El film propone desde el comienzo una red de relaciones con potenciales conflictos que luego no desarrolla, desaprovechando la jerarquía de un gran elenco limitado a cubrir los personajes de una historia que pone el acento en la anécdota, casi inverosímil, del final.