Operación regalo

Crítica de Migue Fernández - Cinescondite

Allá por el 2007 Sony Pictures Animation y la compañía Aardman sellaron un acuerdo de financiamiento, co-producción y distribución de films que recién ahora, cuatro años más tarde, recoge su primer fruto. Y lo hace con Operación Regalo, una película de animación digital que, manteniendo una gran calidad visual, se aleja de la arcilla y el stop motion con que el estudio se ha hecho mundialmente reconocido de la mano de Wallace & Gromit o Pollitos en Fuga.

Justin Bieber inaugura la proyección con el innecesario estreno del video musical de Santa Claus Is Comin' To Town, algo que para quien no aprecia la música de la joven estrella no solo no prepara el ambiente sino que incluso puede generar mala predisposición. La palabra "marketing" pisa mal y fuerte mientras se presta atención a una producción que nada tiene que hacer delante de una película, que luego se comprobará tiene lo suficiente como para mantenerse sola, y se agradece que solo dure poco más de tres minutos.

Pronto arrancará un film que desde su comienzo se destaca por un muy buen guión, dotado de altas dosis de un humor que, si bien tiene una orientación que por lógica es infantil, es efectivo para todo público. Aquí se percibe, más que la mano de la debutante Sarah Smith, el aporte del escritor Peter Baynham, curiosa elección para una película destinada a los chicos y que sin embargo acaba por ser más que adecuada. Guionista de trayectoria en la televisión británica junto al humorista Steve Coogan, entre sus últimos trabajos se cuentan Borat y Bruno, producciones políticamente incorrectas con el sello Sacha Baron Cohen que lo hacen, antes que nada, un hombre probado en la comedia.

En el marco de la Nochebuena, una operación encubierta a escala mundial se pone en marcha para que todos los niños reciban sus regalos. Así se podrán ver logradas secuencias en las que elfos entrenados despliegan tácticas propias de Misión Imposible para que las entregas se hagan en tiempo y forma. Cuando el procedimiento concluya y la base de datos reporte que hay una niña en el mundo que no ha obtenido su presente, el Arthur Christmas del título ejecutará otro plan, uno que lo lleve por todo el mundo con una bicicleta en las manos, comprometiendo el secreto de la maniobra navideña.

De esta forma se desarrolla una historia divertida y disfrutable en todo momento, un pase de antorcha generacional dentro de la dinastía Claus de lo viejo a lo nuevo que se traduce en pantalla como un film ágil que recupera la tradición para un relato moderno. Es también una película que pierde mucho de la originalidad de esa operación secreta en la clásica idea de reencontrar el verdadero significado de la Navidad, lo que implica que desde el primer minuto se conozca su final y el destino de cada uno de sus animados protagonistas. Fuera de esto es una realización muy lograda, cuyo principal premio es el de romper con la idea de producto navideño y convertirse en un film para cualquier ocasión.